jueves, 19 de noviembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 20 de abril , jueves ( 6 )

Como si de un númerocirquense se tratara  , el egipcio mostaba al público el lienzo con la pieza ensangrentada  ( de una o dos raices ) , recibiendo entonces el aplauso y el beneplácito general . En el frecuente supuesto de que la extracción de viera acompañada de hemorragia , el sanador taponaba la cavidad con una pócima de senecio que , con suerte , actuaba como hemostático . Frenado el flujo de sangre , el paciente se aclaraba la boca con vinagre ,  abandonando el lugar con una bolsita de tela apretada entre los dientes . Al interrogar a uno de los << secretarios >> sobre el contenido de dicha bolsa , un escalofrío me recorrió la espalda :  grasa , miel , aceite de microbálamo y excrementos de mosca ...
Descompuesto me retiré hacia los tenderetes de los hortelanos y renderos  , llenando dos grandes cestas con identicas provisiones a las elegidas en la mañana precedente , a las que añadí unos quesos de Bitinia , espárragos . mostaza de egipto , el fruto preferido de Jesús - pasas de corinto - y mi pequeña -gran debilidad : las nueces . El regateo - cómo no - resultó correoso . Cada dos palabras  , el campesino de Guinnosar que me tocó en suerte  levantaba sus brazos , jurando << por su cabeza >> , << por los cielos >> , << por Jerusalén >> , << por sus hijos >> o << por la leche que le dio su madre >>, que aquellas habas , ajos , o lentejas habían sido regados con su sangre y que bien merecían los << cuatro miserables denarios  que me pedía a cambio >> . Hacia las 10 horas , con la cabeza como un tambor , lograba zafarme al fin de semejante manicomio , emprendiendo el camino de regreso al módulo . Una hora más tarde , con las dos esferas de corcho , una de las asas de vidrio de la jarra , el hilo de seda  , media docena de minúsculas  barritas de nieve  carb´nica y la ampolleta de barro con el disolvente en la bolsa de hule , me despedía de Eliseo , dispuestoa enfrentarme  a la que , sin duda , iba a ser la primera gran aventura de nuestra estancia  en la Galilea . De acuerdo con lo planeado por los especialistas de Caballo de TRoya , si las apariciones del Maestro tenían lugar más allá de los límites establecidos para la conxión auditiva  , mi compañero debería ser alertado de inmediato a traves del láser , activando y dirigiendo a la zona en cuestón uno de los << ojos de Curtiss >> . Ninguno de los dos sospechábamos entonces que la primera de estas prodigiosas << presencias >> de Jesús a orillas del yan se registrará antes de 24 horas ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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