A las 18 horas y diez minutos , sin el menor tropizo , avisté el puente sobre el río Korazín. Eliseo se alegró al oír mi voz . Los cálculos era correctos . Sin carga , y a buen paso , el camino de Saidan a Kefar Nahum podía cubrirse en poco más de una hora , reduciendo la primera caminata en unos veinte minutos .
Aboné el obligado << peaje >> ( dos leptas , equivalentes a un cuarto de as ; es decir , pura calderilla ) al funcionario de la aduana , y siguiendo la calzada , rodeé la ciudad por su cara norte hasta alcanzar el camino que ascendía hacia la colina sobre la que se sentaba el módulo . Respaban unos 45 minutos para el ocaso y , despues de prevenir a mi hermano , opté por seguir unos pasos más - hasta el extremo sur del promontorio -, evitando así la senda que había utilizado en la bajada y que , como dije , se bifurcaba a una milla de Nahum . No era prudente que me vieran tomar el caminillo del cementerio . A unos cien metros del lugar donde había coincidido con Jonás , el todavía supuesto monte de las Bienaventuranzas quedaba seccionado en su ladera sur por la vía Maris . Aquél era uno de los pasos más angostos de la costa norte . A la izquierda de la calzada , el terreno se precipitaba materialmente sobre las aguas , formando un inclinado talud de 20 o 30 metros . El precipicio me derviría de referencia en los sucesivos retornos a la << base - madre >> . Desde allí , falda arriba , la nave se allaba a 600 pies . La ruta , a partir de aquel punto , se alejaba un poco del litoral , dibujando un amplio arco que bordeaba las chozas y el << complejo hidráulico >> de Tabja . En aquel momento reparé en un acueducto de unos dos metros de alzada , semicamuflado por la vejetación , que arrancaba de la zona de los molinos , en << las siete fuentes >> perdiéndose entre el roqueo de la costa , en dirección a Nahum . A la mañana siguiente comprobaría que se trataba de una de las más importantes conducciones de agua potable que abastecía a la << ciudad de Jesús >> .Disponía aún de un cierto margen de luz y , pensando en paliar la fallida adquisición de víveres , creí oportuno acercarma al poblado que tenía a la vista . Con toda seguridad , los vecinos de Tabja podrían sumunistrarme agua y algunas provisiones . Eliseo no lo creyó oportuno , pero , en contra de su voluntad , salvé los 300 metros que me separaban de las chozas .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Aboné el obligado << peaje >> ( dos leptas , equivalentes a un cuarto de as ; es decir , pura calderilla ) al funcionario de la aduana , y siguiendo la calzada , rodeé la ciudad por su cara norte hasta alcanzar el camino que ascendía hacia la colina sobre la que se sentaba el módulo . Respaban unos 45 minutos para el ocaso y , despues de prevenir a mi hermano , opté por seguir unos pasos más - hasta el extremo sur del promontorio -, evitando así la senda que había utilizado en la bajada y que , como dije , se bifurcaba a una milla de Nahum . No era prudente que me vieran tomar el caminillo del cementerio . A unos cien metros del lugar donde había coincidido con Jonás , el todavía supuesto monte de las Bienaventuranzas quedaba seccionado en su ladera sur por la vía Maris . Aquél era uno de los pasos más angostos de la costa norte . A la izquierda de la calzada , el terreno se precipitaba materialmente sobre las aguas , formando un inclinado talud de 20 o 30 metros . El precipicio me derviría de referencia en los sucesivos retornos a la << base - madre >> . Desde allí , falda arriba , la nave se allaba a 600 pies . La ruta , a partir de aquel punto , se alejaba un poco del litoral , dibujando un amplio arco que bordeaba las chozas y el << complejo hidráulico >> de Tabja . En aquel momento reparé en un acueducto de unos dos metros de alzada , semicamuflado por la vejetación , que arrancaba de la zona de los molinos , en << las siete fuentes >> perdiéndose entre el roqueo de la costa , en dirección a Nahum . A la mañana siguiente comprobaría que se trataba de una de las más importantes conducciones de agua potable que abastecía a la << ciudad de Jesús >> .Disponía aún de un cierto margen de luz y , pensando en paliar la fallida adquisición de víveres , creí oportuno acercarma al poblado que tenía a la vista . Con toda seguridad , los vecinos de Tabja podrían sumunistrarme agua y algunas provisiones . Eliseo no lo creyó oportuno , pero , en contra de su voluntad , salvé los 300 metros que me separaban de las chozas .
Autor : J.J.Benitez
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Antonio Martinez
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