viernes, 20 de noviembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 20 de abril , jueves ( 10 )

Dispuesto a aprovechar el Quizá irrepetible momento y la excelente disposición de los galileos  , le pedí a Juan que situara sobre el brasero un balde con agua . Por su parte , el benjamín , con identica celeridad , salió hacia el corral , a la búsqueda de un sencillo palitroque  . Entre tanto , ante la inquieta mirada  del resto , procedí en un más que teatral silencio al amarrado de cada una  de las esferas de corcho a otras tantas porciones  ( de unos 50 cm de longitud  ) del hilo de seda . Juan marcos retornó al punto , entregándome  un tosco palo de un metro. Lo partí en dos y , amarrando los improvisados péndulos  a cada una de las maderas , me dirigí a los gemelos . Les rogué  que se adelantaran hasta el centro del circulo formado por los expectantes galileos  y , tras entregarles los palitroques , les recomendé  que procuraran sostener las esferas  en el aire  , en total inmovilidad y protegiéndolas del viento con sus propios cuerpos . Felipe , nervioso , rompió a reír . Ordené silencio y , tomando el asa de vidrio , la froté enérgicamente con el filo de mi túnica .Levanté los brazos hacia el cielo , y pronunciando unas absurdas e ininteligibles palabras  - con el único fin de << caldear >> el hambiente -, me incliné hacia la esferita  que sostenía Judas Alfeo  . El efecto deseado no tardó en producirse . Al acercar la barra de vidrio a la bola de corcho  , ésta , << obediente >>, se movió , aproximándose  a la punta del asa . Un murmullo de admiración brotó de todas las gargantas . Y el gemelo , asustado , soltó el palo , escapando hacia la parrilla en la que se asaban las tilapias . La reacció de Judas provocó la hilaridad general . Repetí el sencillo experimento con el péndulo de su hermano Santiago y la esfera  , nuevamente , como empujada por una mano invisible  , se desplazó hasta tocar el vidrio . Observé  a Juan Marcos  y a Juan Zebedeo . Ambos , con la boca abierta y los ojos fijos  en las oscilaciones  del péndulo , parecían hipnotizados . (  La experiencia , sobradamente conocida por los colegiales del siglo XX , se basaba en el natural proceso de electrización por frotamiento . Un elemental péndulo << electroestático >> hacía el resto . Vidrio y corcho , electrizados con cargas opuestas  , se atraen durante un espacio de tiempo . Después  , cuando las cargas resultan del mismo signo , se repelen . )
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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