Refresqué su memoria . Aquel miércoles , 5 , víspera del prendimiento de Jesús en la falda del Olivete , Juan Marcos acompañó al rabí desde primeras horas de la mañana al anochecer . Nadie logró sonsacarle dónde había estado ni qué sucedió durante la enigmática excursión . Era un día en << blanco >> en las pesquisas de Caballo de Troya .
- Ése es mi precio - sentecié con una frialdadque pronto se transformaría en remordimiento . Aquello , en el fondo y en la forma , era un << chantaje >> . pero mi impetuoso deseo de averiguarlo todo sobre Cristo acalló mi conciencia -. ¿ Aceptas el trato ?
La respuesta fue una dura mirada de reproche .
- Se lo prometí ...
Traté de persuadirle , asegurando que mis labios quedarían sellados , llevándome el secreto a Tesalónica .
- Bueno - balbuceó -, después de todo , Él está muerto .... No creo que ya importe demasiado ...
Y tras hacerme jurar por mi vida que jamás lo revelaría a ser humano alguno , me explicó que , en realidad , en aquella jornada de descanso en los montes que rodean la Ciudad Santa , no pasó nada espectacular o prodigioso .
- ... Paseamos sin rumbo fijo y yo aproveché la ocasión para confesarle mi triteza y desilusión por no haber podido acompañarle en aquellos años de predicación . El Maestro - prosiguió Juan Marcos , entusiasmándose con los recuerdos - me recomendó que no me desalentase por los sucesos que estaban a punto de producirse . Y me profetizó algo .
Sus ojos brillaron de felicidad .
- Dijo que llegaría a vivir lo suficiente como para ser un << poderoso mensajero del reino >> .
- ¿ De qué te habló ?
- Sobre todo , se su niñez en Nazaret , Sus padres eran más pobres que los míos . El muchacho desvió la conversación , centrándose en el punto que , lógicamente , iluminaba e iluminaría para siempre su corazón.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Ése es mi precio - sentecié con una frialdadque pronto se transformaría en remordimiento . Aquello , en el fondo y en la forma , era un << chantaje >> . pero mi impetuoso deseo de averiguarlo todo sobre Cristo acalló mi conciencia -. ¿ Aceptas el trato ?
La respuesta fue una dura mirada de reproche .
- Se lo prometí ...
Traté de persuadirle , asegurando que mis labios quedarían sellados , llevándome el secreto a Tesalónica .
- Bueno - balbuceó -, después de todo , Él está muerto .... No creo que ya importe demasiado ...
Y tras hacerme jurar por mi vida que jamás lo revelaría a ser humano alguno , me explicó que , en realidad , en aquella jornada de descanso en los montes que rodean la Ciudad Santa , no pasó nada espectacular o prodigioso .
- ... Paseamos sin rumbo fijo y yo aproveché la ocasión para confesarle mi triteza y desilusión por no haber podido acompañarle en aquellos años de predicación . El Maestro - prosiguió Juan Marcos , entusiasmándose con los recuerdos - me recomendó que no me desalentase por los sucesos que estaban a punto de producirse . Y me profetizó algo .
Sus ojos brillaron de felicidad .
- Dijo que llegaría a vivir lo suficiente como para ser un << poderoso mensajero del reino >> .
- ¿ De qué te habló ?
- Sobre todo , se su niñez en Nazaret , Sus padres eran más pobres que los míos . El muchacho desvió la conversación , centrándose en el punto que , lógicamente , iluminaba e iluminaría para siempre su corazón.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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