domingo, 22 de noviembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 20 de abril , jueves ( 20 )

Los gritos de apoyo entre los jaladores  fue en aumento y así continuó hasta que el zut o copo apareció a la vista  . Bastó una simple ojeada  desde tierra para que , con un escaso margen de error  , los pescadores supieran del éxito o del fracaso de la faena  . En este caso , la súbita  interrupción del griterío y la furiosa patada propinada  por Simón Pedro  a la superficie del agua  constituyeron unas señales que no dejaban lugar a dudas . El jerem, en efecto, llegaba vacío . El fondo de la red fue arrastrado hasta la arena y , entre maldiciones , los guías procedieron a su apertura y examen .
- ¡ Basura !
El calificativo de Simón fue el mejor resumen : el copo tan sólo encerraba  fango , piedras  , un amasijo de algas verdosas y otras , bastante más  nocivas , cuya materia gelatinosa  ogstruía  los << ojos >> de la red , perjudicando y retrasando el trabajo  de los esforzados galileos ; algunas caracolas  ; una miríada de minúsculos  cangrejos  y media docena de pequeñas y regulares tilapias , << tan estúpidas - según el Mellizo - como los pescadores que habían manejado la dugit >> ( la lancha ).
La inoportuna expresión de Tomás desató la ira del sais  que había conducido la embarcación  y el fallido lance y , ante mi perplejidad , Pedro y el Mellizo se enzarzaron en una violentisima disputa . Tomás acusó  a Simón de << viejo , inepto y ciego >> . Y Pedro , que no se quedaba atrás , la emprendió con el estrabismo del pobre Tomás , culpándole  - como gafe - de tan desafortunada pesca  . Algunos de los hombres mediaron en la ácida discusión , intentando apaciguar los ánimos  . En el tercer << salto >> tendríamos ocasión de comprobar cómo aquellos choques  eran el pan nuestro de cada día entre las cuadrillas , llegando incluso a las manos . Una imagen tan real como lamentable , de la que tampoco se hacen eco los evangelistas...
Como por encanto , diluida la bronca , cada cual volvió a lo suyo . El jerem fue desbrozado de algas y. una vez  liado , depositado nuevamente a popa . Maravillado asistí a la más natural y absoluta de las reconciliaciones  entre el sais  Y Tomás . Ambos , como el resto de los remeros   , embarcaron como si nada hubiera ocurrido , reiniciando el rastro y la << ubicación  de la barca >> . En esta oportunidad , a pesar de la reiteradas llamadas de Juan para que me uniera a la tripulación , elegí permanecer en tierra .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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