Los gritos de apoyo entre los jaladores fue en aumento y así continuó hasta que el zut o copo apareció a la vista . Bastó una simple ojeada desde tierra para que , con un escaso margen de error , los pescadores supieran del éxito o del fracaso de la faena . En este caso , la súbita interrupción del griterío y la furiosa patada propinada por Simón Pedro a la superficie del agua constituyeron unas señales que no dejaban lugar a dudas . El jerem, en efecto, llegaba vacío . El fondo de la red fue arrastrado hasta la arena y , entre maldiciones , los guías procedieron a su apertura y examen .
- ¡ Basura !
El calificativo de Simón fue el mejor resumen : el copo tan sólo encerraba fango , piedras , un amasijo de algas verdosas y otras , bastante más nocivas , cuya materia gelatinosa ogstruía los << ojos >> de la red , perjudicando y retrasando el trabajo de los esforzados galileos ; algunas caracolas ; una miríada de minúsculos cangrejos y media docena de pequeñas y regulares tilapias , << tan estúpidas - según el Mellizo - como los pescadores que habían manejado la dugit >> ( la lancha ).
La inoportuna expresión de Tomás desató la ira del sais que había conducido la embarcación y el fallido lance y , ante mi perplejidad , Pedro y el Mellizo se enzarzaron en una violentisima disputa . Tomás acusó a Simón de << viejo , inepto y ciego >> . Y Pedro , que no se quedaba atrás , la emprendió con el estrabismo del pobre Tomás , culpándole - como gafe - de tan desafortunada pesca . Algunos de los hombres mediaron en la ácida discusión , intentando apaciguar los ánimos . En el tercer << salto >> tendríamos ocasión de comprobar cómo aquellos choques eran el pan nuestro de cada día entre las cuadrillas , llegando incluso a las manos . Una imagen tan real como lamentable , de la que tampoco se hacen eco los evangelistas...
Como por encanto , diluida la bronca , cada cual volvió a lo suyo . El jerem fue desbrozado de algas y. una vez liado , depositado nuevamente a popa . Maravillado asistí a la más natural y absoluta de las reconciliaciones entre el sais Y Tomás . Ambos , como el resto de los remeros , embarcaron como si nada hubiera ocurrido , reiniciando el rastro y la << ubicación de la barca >> . En esta oportunidad , a pesar de la reiteradas llamadas de Juan para que me uniera a la tripulación , elegí permanecer en tierra .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- ¡ Basura !
El calificativo de Simón fue el mejor resumen : el copo tan sólo encerraba fango , piedras , un amasijo de algas verdosas y otras , bastante más nocivas , cuya materia gelatinosa ogstruía los << ojos >> de la red , perjudicando y retrasando el trabajo de los esforzados galileos ; algunas caracolas ; una miríada de minúsculos cangrejos y media docena de pequeñas y regulares tilapias , << tan estúpidas - según el Mellizo - como los pescadores que habían manejado la dugit >> ( la lancha ).
La inoportuna expresión de Tomás desató la ira del sais que había conducido la embarcación y el fallido lance y , ante mi perplejidad , Pedro y el Mellizo se enzarzaron en una violentisima disputa . Tomás acusó a Simón de << viejo , inepto y ciego >> . Y Pedro , que no se quedaba atrás , la emprendió con el estrabismo del pobre Tomás , culpándole - como gafe - de tan desafortunada pesca . Algunos de los hombres mediaron en la ácida discusión , intentando apaciguar los ánimos . En el tercer << salto >> tendríamos ocasión de comprobar cómo aquellos choques eran el pan nuestro de cada día entre las cuadrillas , llegando incluso a las manos . Una imagen tan real como lamentable , de la que tampoco se hacen eco los evangelistas...
Como por encanto , diluida la bronca , cada cual volvió a lo suyo . El jerem fue desbrozado de algas y. una vez liado , depositado nuevamente a popa . Maravillado asistí a la más natural y absoluta de las reconciliaciones entre el sais Y Tomás . Ambos , como el resto de los remeros , embarcaron como si nada hubiera ocurrido , reiniciando el rastro y la << ubicación de la barca >> . En esta oportunidad , a pesar de la reiteradas llamadas de Juan para que me uniera a la tripulación , elegí permanecer en tierra .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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