Hillel , por ejemplo , aseguraba que los am-ha-arez no tenían conciencia , no alcanzando la categoría de hombres . Otros como el rabí Jonatán , pretendía que se les abriera en canal , sentenciando que << ningún judío debía casarse co la hija de un am.ha-arez >> . La repulsión hacia estos desgraciados era tal que el rabí Eleazar enseñaba << que era lícito descuartizarlos en sábado >>. ) Toda la Galilea - y muy especialmente Kefar Nahum - era considerada como el principal reducto de los am-ha-arez y , en consecuencia , continua y sistemáticamente vilipendiada . El mismo nombre - Galilea - significaba << el círculo de los gentiles >>.
En la lejanía , aprovechando el repentino viento , algunas embarcaciones habían desplegado unas velas cuadradas , de colores chillones , rojos y negros en su mayoría . Una vez cargada o descargada , cada lancha , en perfecto orden , era removida del atraque , dejando paso a la siguiente . Uno o dos marineros , a proa y popa , manipulaban sendos remos , maniobrando la embarcación con gran destreza .
El tráfico de mercancias era agotador . Allí recalaban cargamentos procedentes de todos los puertos del litoral : desde carnes y tocino salados de la pagana Kursi hasta barriles de pescado en salmuera de Tarichea , pasando por pichones de Migdal , frutas y verduras de las vegas de Ginnosar y de la Betijá , cordelería de Arbel , ganado de Hipos y toda suerte de productos manufacturados del sur , de la Perea y de la Decápolis , transportados hasta el lago en continuas e interminables caravanas de camellos , mulas y jumentos . De la misma forma , pero a la inversa , ricas sedas de la India , maderas del Líbano , especias de todo el Oriente , cosmética , artesanía de Roma y hasta la nieve del Hermón entraban en el Kennereth por el floreciente puerto de Nahum , siguiendo las rutas del norte y del este , en una frenética y pacífica invasión de hombres , lenguas y costumbres .
Squél , sin dudarlo , había sido el cotidiano escenario de muchos de los momentos de la vida del Maestro . Y envuelto en semejante maremágnum , conforme Jonás me conducía hacie el extremo oriental del muelle , no pude ni quise espantar de mi corazó la posible imagen de un Jesús descalzo y semidesnudo , como aquellos fenicios , sirios y galileos , afanado en el duro trajín del acarreo de bultos o luchando por elevar la pisoteada dignidad de los am-ha-arez.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
En la lejanía , aprovechando el repentino viento , algunas embarcaciones habían desplegado unas velas cuadradas , de colores chillones , rojos y negros en su mayoría . Una vez cargada o descargada , cada lancha , en perfecto orden , era removida del atraque , dejando paso a la siguiente . Uno o dos marineros , a proa y popa , manipulaban sendos remos , maniobrando la embarcación con gran destreza .
El tráfico de mercancias era agotador . Allí recalaban cargamentos procedentes de todos los puertos del litoral : desde carnes y tocino salados de la pagana Kursi hasta barriles de pescado en salmuera de Tarichea , pasando por pichones de Migdal , frutas y verduras de las vegas de Ginnosar y de la Betijá , cordelería de Arbel , ganado de Hipos y toda suerte de productos manufacturados del sur , de la Perea y de la Decápolis , transportados hasta el lago en continuas e interminables caravanas de camellos , mulas y jumentos . De la misma forma , pero a la inversa , ricas sedas de la India , maderas del Líbano , especias de todo el Oriente , cosmética , artesanía de Roma y hasta la nieve del Hermón entraban en el Kennereth por el floreciente puerto de Nahum , siguiendo las rutas del norte y del este , en una frenética y pacífica invasión de hombres , lenguas y costumbres .
Squél , sin dudarlo , había sido el cotidiano escenario de muchos de los momentos de la vida del Maestro . Y envuelto en semejante maremágnum , conforme Jonás me conducía hacie el extremo oriental del muelle , no pude ni quise espantar de mi corazó la posible imagen de un Jesús descalzo y semidesnudo , como aquellos fenicios , sirios y galileos , afanado en el duro trajín del acarreo de bultos o luchando por elevar la pisoteada dignidad de los am-ha-arez.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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