Confundido entre los cantos rodados se retorcia una serpiente de un metro de longitud . esta vez fui yo quien soltó una carcajada . Y aproximandome al ofidio , lo atrapé por la base de la cabeza , levantándolo y mostrándoselo al descompuesto Zebedeo . Aquel asustado animal , único en la fauna de Palestina , era una pobre serpiente de agua , incapaz de hacer daño y cuya dieta básica eran los peces del lago . ( En los actuales mosaicos de la iglesia de Tabja aparece un flamenco luchando con uno de estos apacibles reptiles del Kennereth . ) Juan , con los ojos desencajados , suplicó que le perdonase y que << me desiciera de aquel demonio >>. . Era inconcebible . A pesar de sus muchos años de intensa amistad con Jesús de Nazaret , aquellos rudos pescadores seguían aferrados a toda suerte de supersticiones y maleficios . Claro que también era posible que aquel terror hacia las serpientes constituyera una << ofidiofobia >> : un miedo patológico a estos ofidios , cuyas causas sólo puede desvelarse mediante un profundo análisis psicológico del individuo . Para algunos autores , la << zoofilia >> en general - o miedo patológicoa los animales - podría valorarse como unn oculto rechazo a tener hijos .
Incapaz de sostener o alimentar tan desagradable situación , me apresuré a soltarlo cerca del agua . El reptil , como imaginaba , se sumergió al momento , desapareciendo en el yam . Y el discípulo , bañado en un sudor frío , se dejó caer sobre la arena , exhausto y tembloroso . recogí mi calzado y , olvidando la travesura , traté de reanimarle , secando su frente . Durante breves segundos me observó en silencio . De pronto , sus inquietos ojos negros se clavaron en los míos , preguntándome a quemarropa :
- ¿ Quién eres en realidad ? No te conozco y , sin embargo , te conozco . Yo te he visto antes...
Una lámina de fuego se propagó por mi vientre y , adivinando una secreta intención tras las palabras de mi amigo , esquivé la delicada cuestión con una forzada sonrisa de perplejidad , añadiendo algo que él ya conocía :
- Lo sabes bien : un torpe griego que , al fin , ha encontrado la Verdad .
No aceptó mi explicación . Y con la audacia de su juventud continuó el acoso :
- ... ¿ Por qué el Maestro , nada más verte en la casa de Lázaro , te recibió como a un viejo y querido amigo ? ¿ Por qué tu interes por Él ? ¿ De dónde vienes ? ¿ Por qué desafiastes a los odiosos romanos , permaneciendo al lado del rabí mientras los demás huían ? ¿ Cómo puedes saber cuándo y dónde .... ?.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Incapaz de sostener o alimentar tan desagradable situación , me apresuré a soltarlo cerca del agua . El reptil , como imaginaba , se sumergió al momento , desapareciendo en el yam . Y el discípulo , bañado en un sudor frío , se dejó caer sobre la arena , exhausto y tembloroso . recogí mi calzado y , olvidando la travesura , traté de reanimarle , secando su frente . Durante breves segundos me observó en silencio . De pronto , sus inquietos ojos negros se clavaron en los míos , preguntándome a quemarropa :
- ¿ Quién eres en realidad ? No te conozco y , sin embargo , te conozco . Yo te he visto antes...
Una lámina de fuego se propagó por mi vientre y , adivinando una secreta intención tras las palabras de mi amigo , esquivé la delicada cuestión con una forzada sonrisa de perplejidad , añadiendo algo que él ya conocía :
- Lo sabes bien : un torpe griego que , al fin , ha encontrado la Verdad .
No aceptó mi explicación . Y con la audacia de su juventud continuó el acoso :
- ... ¿ Por qué el Maestro , nada más verte en la casa de Lázaro , te recibió como a un viejo y querido amigo ? ¿ Por qué tu interes por Él ? ¿ De dónde vienes ? ¿ Por qué desafiastes a los odiosos romanos , permaneciendo al lado del rabí mientras los demás huían ? ¿ Cómo puedes saber cuándo y dónde .... ?.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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