Saidan , al menos por su << calle >> principal , podía cruzaren poco más de doscientos pasos . En el extremo sur , el camino se precipitaba por una pendiente tan acusada como la del flanco norte , aunque mucho más corta . Un río - el Zají - estrecho . quebrado y amurallado en sus márgenes por altas cañas << cardadoras >> y eleph ha - elah , separaba el núcleo urbano del puerto pesquero . Tal y como fue detectado desde el aire , un terraplen de 200 metros de longitud partía perpendicular a la costa , girando en ángulo recto hacia el noroeste del lago . Algunas decenas de embarcaciones se alineaban en su interior , fondeadas en el centro del abigarrado puerto o amarradas a los gruesos bloques de basalto del muelle principal . Un puentecillo de piedra , sin parapetos , ahía brincar el sendero hacia el puñado de casas y chozas que se levantaban junto a la dársena . Desde allí , el camino se perdía en dirección sur . a corta distancia del desarmado y viejo puente , al filo mismo de la margen izquierda del Zají , un grupo de mujeres lavaba entre risas y parloteo , secando la ropa sobre retanmas y romeros . En la base de un peñasco próximo brotaba un manantial cuyas aguas eran recogidas en un estanque semicircular . De esta alberca de piedra partía un simple y angosto acueducto que , saltando el río , regaba los cultivos situados al este de la población . Aquel lugar - la fuente pública de Saidan - era uno de los puntos de reunión , de chismorreo y de transmisión de noticias entre los vecinos de la aldea . Un auténtico << mentidero >> oficial donde , a cualquier hora del día , uno podía codearse con matronas , pescadores u operarios de los secadores de pescado que adudían a llenar sus cántaros y odres . Todo un << centro social >> en el que nada ni nadie pasaba inavertido .
Rodeando la meseta por aquel sector sur me presenté de nuevo en la playa . Muchas de las casas orientadas al lago disponían en aquella zona de empinados escalones que permitían el acceso directo a la franja del litoral situada a 30 o 35 metros por debajo del nivel de las mismas . La lengua de tierra existente entre la orilla y los escalones , de apenas 60 metros de anchura , se hallaba repleta de lanchas varadas y de redes apiladas o extendidas sobre los guijarros y una << arena >> formada por un espeso granulado basáltico de fuertes tonalidades negras , rojas y blancas .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Rodeando la meseta por aquel sector sur me presenté de nuevo en la playa . Muchas de las casas orientadas al lago disponían en aquella zona de empinados escalones que permitían el acceso directo a la franja del litoral situada a 30 o 35 metros por debajo del nivel de las mismas . La lengua de tierra existente entre la orilla y los escalones , de apenas 60 metros de anchura , se hallaba repleta de lanchas varadas y de redes apiladas o extendidas sobre los guijarros y una << arena >> formada por un espeso granulado basáltico de fuertes tonalidades negras , rojas y blancas .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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