Los discípulos , animados por las palabras del Resucitado , lograron sacudirse el aturdimiento y , dirigiéndose la palabra en voz baja , volvieron sobre sus pasos , arrastrando la red hacia tierra firme . ¡ Cuán distinta era la actitud de aquellos hombres en presencia de Jesús ! Mientras permaneció con ellos no escuché una sola maldición , ni una palabra más alta que la otra .
Pedro también reaccionó . Pero , en lugar de reunirse con sus compañeros , se encaminó al encuentro del rabí . Cayó de rodillas a sus pies y , abriendo sus brazos , exclamó con aquel recio bozarrón que le caracterizaba , quebrado ahora por la emición :
- ¡ Mi Señor... y mi Maestro !
Jesús no dijo nada . Mejor dicho , al sonreírle y obligarle a incorporarse respondió concreces a la suplicante exclamación de su impulsivo y voluble amigo . Después , palmeando suave y entrañablemente las mojadas espaldas del sais , le invitó a que concluyera la faena . Simón acudió presto a la orilla , colaborando en el arrastre del jerem . Abierto el copo , decenas de tilapias y barbos se estremecieron , saltando y coleando , provocando la hilaridad , el buen humor y algún que otro juramento , más que contenido ante la presencia del Maestro . Santiago y Simón Pedro , como << jefes >> de cuadrilla , procedieron a la clasificación - por especies y tamaños - de lo capturado . Amén de un sinfín de peces de reducidas dimensiones , el jerem ofreció a los galileos 135 tilapias y 18 barbos de un respetable peso . Todos ellos fueron meticulosamente alineados sobre la arena , haciendo así más fácil su contabilidad . No sé si la casualidad existe . hace tiempo que lo dudo . El caso es que , al sumar los peces , tanto por especies como globalmente , el digito final siempre era el mismo : 9 . ( 153 = 1 + 5 +3 = 9 . 135 = 1+3 +5 = 9. 18 = 1 + 8 = 9 . ) Aquella cifra ( 9 o 999 ) trajo a mi memoria las inquietantes vinculaciones del 9 con la vida de Jesús de Nazaret ...
Los siluros - considerados << impuros >> por la ley - fueron arrojados al yam . Algunas de las tilapias eran realmente espléndidas : alcanzaban los 40 centímetros de longitud y entre 1,5 y 2 kilos de peso aproximadamente . Su preponderancia respecto a los barbos no tenía nada de singular . La mejor época para su pesca era justamente aquélla : del invierno a la primavera . Al enfriarse las
aguas del lago , las tilapias se concentran en grandes bancos , buscando refugio y alimento en la costa nororiental .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Pedro también reaccionó . Pero , en lugar de reunirse con sus compañeros , se encaminó al encuentro del rabí . Cayó de rodillas a sus pies y , abriendo sus brazos , exclamó con aquel recio bozarrón que le caracterizaba , quebrado ahora por la emición :
- ¡ Mi Señor... y mi Maestro !
Jesús no dijo nada . Mejor dicho , al sonreírle y obligarle a incorporarse respondió concreces a la suplicante exclamación de su impulsivo y voluble amigo . Después , palmeando suave y entrañablemente las mojadas espaldas del sais , le invitó a que concluyera la faena . Simón acudió presto a la orilla , colaborando en el arrastre del jerem . Abierto el copo , decenas de tilapias y barbos se estremecieron , saltando y coleando , provocando la hilaridad , el buen humor y algún que otro juramento , más que contenido ante la presencia del Maestro . Santiago y Simón Pedro , como << jefes >> de cuadrilla , procedieron a la clasificación - por especies y tamaños - de lo capturado . Amén de un sinfín de peces de reducidas dimensiones , el jerem ofreció a los galileos 135 tilapias y 18 barbos de un respetable peso . Todos ellos fueron meticulosamente alineados sobre la arena , haciendo así más fácil su contabilidad . No sé si la casualidad existe . hace tiempo que lo dudo . El caso es que , al sumar los peces , tanto por especies como globalmente , el digito final siempre era el mismo : 9 . ( 153 = 1 + 5 +3 = 9 . 135 = 1+3 +5 = 9. 18 = 1 + 8 = 9 . ) Aquella cifra ( 9 o 999 ) trajo a mi memoria las inquietantes vinculaciones del 9 con la vida de Jesús de Nazaret ...
Los siluros - considerados << impuros >> por la ley - fueron arrojados al yam . Algunas de las tilapias eran realmente espléndidas : alcanzaban los 40 centímetros de longitud y entre 1,5 y 2 kilos de peso aproximadamente . Su preponderancia respecto a los barbos no tenía nada de singular . La mejor época para su pesca era justamente aquélla : del invierno a la primavera . Al enfriarse las
aguas del lago , las tilapias se concentran en grandes bancos , buscando refugio y alimento en la costa nororiental .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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