domingo, 15 de noviembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 19 de abril , miercoles ( 32 )

En  lugar de continuar por la costa , a la búsqueda de la misteriosa << quinta piedra >> , retorné al camino . Debía ultimar las mediciones  iniciadas en la << base - madre >> . A unos cien metros de la aldea , coincidiendo con los primeros sauces y tamariscos , el terreno se empinaba , formando una pendiente de unos 30 grados de desnivel . Como me parece haber mencionado , Saidan se hallaba edificasa en una meseta natural  - a 30 o 35 metros sobre el lago -, a buen recaudo de las frecuentes avenidas del Zají y la red de torrenteras que surcaban la vega . A las puertas de la villa consulté el micromarcapasos y el cronómetro digital . La distancia recorrida desde el puente sobre el río Korazín hasta el Jordán se aproximaba a los 4 000 metros . En cuanto la última etapa - desde los mojones divisorios del territorio al punto donde me encontraba -, los registros arrojaban otros 1 500 metros  . Esto hacía un total de 5,5 kilómetros , contando a partir de las afueras de Nahum . El tiempo invertido ascendía a 90 minutos . Quizá , sin la engorrosa cesta de las provisiones y a un paso más vivo , aquella hora y media podía veese sensiblemente rebajada . El cómputo final , desde la << cuna >> a la población pesquera de los Zebedeo , quedó fijado en poco más de 7 kilómetros . Sumando otros tantos para el regreso , el tiempo mínimo necesario a consumir en cada una de las incursiones a Saidan debería oscilar en torno a las cuatro horas . ( Estos cálculos  , como se verá más adelante  , fueron de suma importancia a la hora de programar las exploraciones a lo largo de aquella franja costera . )
Y a las 15 , 30 hora , algo inquieto por el escaso margen de tiempo disponible  para mi primera visita al jefe  de los Zebedeo,  irrumpí en las polvorientas calles de la aldea  que había visto nacer y crecer a hombres tan singulares y privilegiados como felipe , el intendente , Juan y Santiago y los también Andrés y Simón .
¿ Qué me reservaba el Destino en aquella recoleta y apacible localidad ? A no mucho tardar , entre otras << sorpresas >> , un sensacional hallazgo , intimamente vinculado a la llamada << vida oculta >> de Jesús . << Algo >> que , al parecer , los evangelistas  nunca supieron y cuyo depositario era el hombre a quien estaba a punto de conocer .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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