viernes, 27 de noviembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 21 de abril , viernes ( 20 )

A escasa distancia de la espumosa << mancha >> , con admirable precisión , las embarcaciones se abarloaron . Los remeros  sentados a babor y estribor de cada una de las barcas retiraron sus palas  , manteniendo emparejadas las respectivas amuras . Simón tomó el mando de ambas cuadrillas y , al unísono , metemáticamente , los cuatro remeros  libres fueron impulsando las lanchas hacia el banco de peces . El jerem fue dispuesto << a caballo >> entre ambas embarcaciones  . A un grito del sais  , cuando se hallaban a tres o cuatro metros de la << mancha >> , los que sujetaban las amuras soltaron sus respectivas presas , propinando sendos y fuertes empellones  a la lancha contraria . Y , al punto , se abrieron , iniciando una maniobra de cerco . Nada más distanciarse una de otra , los hombres exentos de la boga arriaron la red , envolviendo a las saltarinas tilapias  . Aquel sistema de pesca  - denominado entre los galileos  como shavaq qosiv - era en realidad una técnica  bastante más complja  que la que estaba presenciando ( una suerte de método << combinado >> ) en la que , además del jerem , se acostumbraba  a utilizar el ambatan . Para ello , lógicamente , se precisaba de un m´nimo de tres o cuatro embarcaciones .
Veloces y precisas , las barcas arrojaron el jerem , trazando un círculo . Al abarloarse de nuevo , ocho de los diez hombres  , entre gritos de entusiasmo , se apresuraron a recoger el << arte >> , arrastrando la bolsa hacia las popas  de las lanchas . Muchas de las inteligentes tilapias , presintiendo el peligro , saltaron por encima de los corchos , escapando . ( De haber contado con una tercera y cuarta barcas , el ambatan , extendido alrededor  de los corchos del jerem , habría evitado  la fuga del pescado ) Aun así , a juzgar por los aspavientos  y exclamaciones de júbilo de las tripulaciones , la captura  resultó de lo más interesante  . Es mi deber anotarlo aquí y ahora : no creo , en absoluto , que aquella pesca pueda ser calificada de << milagrosa >> . Cualquier mediano observador apostado en el litoral podría haber detectado el banco que espuemeaba  en la superficie del yam . Objetivamente hablando , Jesús se limitó a señalar una << mancha >> de pescado que , desde las lanchas , quizá hubiera pasado inavertida . Después - ya se sabe -, con el paso del tiempo , aquel hecho , totalmente fortuito , fue deformado y equiparado a la categoría de << pesca milagrosa >>. Basta repasar lo escrito por Juan - testigo presencial - para deducir que el alijo en cuestión jamás fue estimado como extraordinario , en el sentido sobrenatural de la palabra .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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