jueves, 19 de noviembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 20 de abril, jueves ( 3 )

En efecto, al final del espigón , en el límite de Nahum , descubri una plazoleta  de unos 50 metros  de diámetro , enlosada con lajas negras - identicas a las utilizadas para el pavimento e la vía Maris - y presidida en su zona más occidental por un muro de unos 3 metros de altura y otros 10 de longitud  del que emergían seis gruesos caños de hierro . Por detras se perfilaba el acueducto que arrancaba de los depósitos de Tabja y que traía el agua potable a la ciudad . El líquido que brotaba incesante  y cantarín por cuatro de las seis tuberías  , quedaba remansado en una pileta retangular , pasando de ésta  a un largo y estrecho abrevadero , construido a la derecha de la múltiple fuente  y en el que se apretaban , sedientos  , asnos , mulas , camellos  , bueyes y ovejas  . Aquélla  , como la que había observado a las afueras de Saidan , era la fuente pública  de Najum , siempre asediada por mujeres  con cántaros apoyados en las caderas o en milagroso equilibrio sobre las cabezas . Una legión de niños  chapoteaba en la pileta  , jugando con trozos de madera  o corcho o dando de beber a escandalosos y ariscos patos  que , con toda razón , se reistían a participar en aquel caos . Las protestas e imprecaciones de los vendedores , salpicados o entorpecidos por la chiquillería  y por las gruesas y agresivas matronas , eran continuas y , en cierto modo , formaban parte ritual que envolvía tales << centros de reunión >>
A todo lo largo del perímetro de la plaza , comerciantes y buhoneros llegados de los cuatro puntos cardinales  exhibian sus productos y habilidades  , en un enloquecido , permanente y atronador  griterío , en el que nadie se quedaba atrás . Una patrulla de legionarios  apostada  en el límite del muelle con la explanada seguía atenta  las evoluciones  de los regateos , irremediablemente  adobados con aspavientos , golpes de pecho y juramentos que , en general , no pasaban de ahí . El fluir de galileos  de largas barbas y bigotes rasurados  , con sus cestas de la compra  en la mano izquierda , atentos a las << novedades >> llegadas de tiro , de la Decápolis , de la Idumea o de la mismisima Ciudad Santa , fue incrementándose con el despertar de la luminosa mañana  . Como en Jerusalen , en Nahum eran los hombres los encargados de efectuar las compras ; en especial , todo lo concerniente a los víveres y artículos de primera necesidad.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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