El individuo dio un paso al frente y como lo más natural del mundo , se inclinó , metiendo las manos entre los alimentos . Guardé silencio . Como digo , sin darme cuenta , me había plantado frente al edificio que hacía las veces de aduana .
- Está bien - concluyó el publicano sin demasiado entusiasmo -, Con un as será suficiente .
Aboné la tasa y , felicitándome por lo acertado y oportuno de mi iniciativa , crucé el puente , tomando el sendero de tierra que nacía en los contrafuertes de la calzada . Ésta , nada más saltar sobre las marrones aguas del Korazín , giraba bruscamente hacia el norte , escalando cerros y difuninándose entre los campos de olivos y las terrazas de cereales . Consciente de la importancia de aquel camino , procuré fijar en mi memoria un maximo de detalles que , en caso de necesidad - al menos durante las primeras exploraciónes -, me sirvieran como puntod de referencia . A partir del río , en un trayecto de ki lómetro y medio , la senda se hallaba prácticamente despejada , con algunas formaciones rocosas a la izquierda y las ondulantes aguas del lago a cien o doscientos pasos a la derecha . A continuación se deslizaba hacia el fondo de un wadi reseco e impreductivo , de laderas manchadas por arbustos de alcaparro , cardos , retamas y anabasis . Aquél era el punto más alejado de la costa : casi medio kilómetro . Desde allí hasta el Jordán , con algunas muy breves curvas , la vereda atravesaba un sombrío y espeso bosque de tamarisco y gruesos álamos del Éufrates . En total , según mis calculos , desde la aduanja hasta las espesas y terrosas aguas del río bíblico , contabilicé , contabilicé alrededor de tres kilómetros y medio . Aquello significaba el límite para la conexión auditiva . Y así lo hice saber a mi hermano . En lo sucesivo , según lo previsto , las comunicaciones con la << cuna >> deberían efectuarse a través del microtransmisor alojado en la sandalia << alectrónica >> Por razónes técnicas , estas señales - catapultadas desde la << vara de Moisés >> carecían de retorno . Eliseo , en suma , podía recibir mis mensajes , pero se hallaba incapacitado para responder . De mutuo acuerdo , dado lo excepcional de esta incursión , decidimos no utilizar el láser , salvo en situación de extrema emergencia .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Está bien - concluyó el publicano sin demasiado entusiasmo -, Con un as será suficiente .
Aboné la tasa y , felicitándome por lo acertado y oportuno de mi iniciativa , crucé el puente , tomando el sendero de tierra que nacía en los contrafuertes de la calzada . Ésta , nada más saltar sobre las marrones aguas del Korazín , giraba bruscamente hacia el norte , escalando cerros y difuninándose entre los campos de olivos y las terrazas de cereales . Consciente de la importancia de aquel camino , procuré fijar en mi memoria un maximo de detalles que , en caso de necesidad - al menos durante las primeras exploraciónes -, me sirvieran como puntod de referencia . A partir del río , en un trayecto de ki lómetro y medio , la senda se hallaba prácticamente despejada , con algunas formaciones rocosas a la izquierda y las ondulantes aguas del lago a cien o doscientos pasos a la derecha . A continuación se deslizaba hacia el fondo de un wadi reseco e impreductivo , de laderas manchadas por arbustos de alcaparro , cardos , retamas y anabasis . Aquél era el punto más alejado de la costa : casi medio kilómetro . Desde allí hasta el Jordán , con algunas muy breves curvas , la vereda atravesaba un sombrío y espeso bosque de tamarisco y gruesos álamos del Éufrates . En total , según mis calculos , desde la aduanja hasta las espesas y terrosas aguas del río bíblico , contabilicé , contabilicé alrededor de tres kilómetros y medio . Aquello significaba el límite para la conexión auditiva . Y así lo hice saber a mi hermano . En lo sucesivo , según lo previsto , las comunicaciones con la << cuna >> deberían efectuarse a través del microtransmisor alojado en la sandalia << alectrónica >> Por razónes técnicas , estas señales - catapultadas desde la << vara de Moisés >> carecían de retorno . Eliseo , en suma , podía recibir mis mensajes , pero se hallaba incapacitado para responder . De mutuo acuerdo , dado lo excepcional de esta incursión , decidimos no utilizar el láser , salvo en situación de extrema emergencia .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto