viernes, 23 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 101 )

El muchacho que me habíam hecho tan providencial servicio nos dejó solos . Un par de minutos después - casi sin poder creerlo - me vi sentado frente al guía belenita , en su austero y solitario hogar .
A pesar de mis buenos propósitos  , el asunto se resistió . Me sentía  desplazado , impotente y hasta ridículo . ¿ Cómo explicarle quién era y por qué estaba allí ?
Penetratnte y sagaz como un halcón , Marcos adivinó el revoltijo de nervios que enroscaba mis manos . Se levantó y , cordial y entregado , me ofreció un té .
No podría jurarlo . Sin embargo , a traves del vaporoso humo de la infusión , creí intuir en su mirada el porqué de mi visita . Yo mismo me censuré  . Eso era imposible . No obstante , aquella << luz >> y el atronador silencio de sus ojos siguieron inquietandome . En definitiva , me tendieron un salvador puente .
Le hablé de mí . De mi trabajo y del histórico día en que conocí al mayorn . No hubo interrupciones . Dejó que me explayara . Su imperturbable atención , distendida sólo por alguna que otra sonrisa de complicidad , me convenció de que no hablaba en vano . De no haber sido el hombre que buscaba , ¿ qué sentido tenía tan paciente y generosa escucha ? Al detallarle , por ejemplo , mis aventuras y desventuras en la resolución del criptograma , lo razonable por su parte habría sido cortar tan prolijas y extrañas explicaciones . Al contrario . Mis enredos en Washington le cautivaron.
Apuré el reconfortante té y , sin mediar palabra , me sirvió una segunda taza , invitándome , con su respetuoso mutismo , a que prosiguiera . Lo hice como un potro salvaje , sin orden ni concierto y con una exaltación progresiva que , por supueston , no escapó a su inteligencia .
Hubo un par de detalles , eso sí , que oscurecieron su mirada , traicionándole . El primero fue la alusión a la muerte del ex oficial de la Fuerza Aérea norteamericana  . El segundo , la soda batalla con la Inteligencia militar judía . Poco faltó para que , ante elocuente hundimiento , obviara el resto de la historia  , pasando a la cuestión que me consumía . Pero , no deseando forzar los acontecimientos , rematé la narración.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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