domingo, 18 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 71 )

El susodicho rumbo , en fin , se perdía en el desierto del Néguey , << sobrevolando >> el pico de Zior y la ciudad de  Amasa , muy al sur .
Cansado de lucubrar alrededor de los poblados y montañas que coincidían con el 012 -192º , cambié de táctica . Entonces , la magia de los números  se apoderó de mí . Y el nerviosismo se disparó nuevamente . Por pura inercia  me entretuve en averiguar los kilómetros existentes entre Jerusalén y Hazor , siempre en línea recta  y siguiendo el mencionado rumbo norte 12º Este . La cifra - 142,5 kilómetros - tampoco me pareció significativa ... Pero , al sumar los digitos , el resultado me intrigó . Arrojaba un número muy familiar : 12 . ¿ Otra coincidencia  ? El sentido común no replicó . Allí había << algo >> oculto y embriagante .
Y en mitad de una selva de cálculos , las indagaciones fueron a topar con otro singular hecho . La longitud de Hazor - 35º 31 ´ E -, una vez sumados estos dígitos , también daba 12 . En cuanto a la longitud - 33º  00´ N -, para mayor suspense , sumaba << 6 >> O todo era fruto del azar - el disfraz favorito de Dios  - o el mayor intentaba reafirmar el importante asunto del número secreto : el temido << 6 >> . No supe a qué atenerme . La confusión y el optimismo se hermanaron sin compasión .
Recapitulé por enésima vez . El ala superior derecha ( en realidad , la situada a la izquierda del << ángel >> y el punto donde fue desenterrado también sumaba 12 . Otro tanto secedía con los digitos de la longitud de las ruinas ( 12 ). la latitud , en cambió , presentaba un << 6 >> . Llegué a dudar , incluso , del número secreto . ¿ Y si fuera el 12 ? Lo extraño es que , fundiendo estas cifras - grados , kilómetros , longitud y latitud -, el resultado era << 6 >> . Mis neuronas flaquearon .  ¡ El total de plumas del << ángel - 42 - coincidía con la suma anterior ! .
Era muy difícil de creer que  << aquello >> fuera pura y simple casualidad . Tenía que obedecer a una metódica  y concienzuda preparación . Y la querida imagen del mayor  se materializó en mi memoria , con su inconfundible  pícara sonrisa . Él , seguramente , había disfrutado  lo suyo elaborando el criptograma  e imaginando  mis penurias . No se lo reprocho . Yo , a mi manera , peor que bien , también rabajaba con un inagotable espíritu deportivo . Y estaba dispuesto a llegar hasta donde fuera menester.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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