jueves, 15 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 53 )

Era elemental . Quizá Dayagi , el curator  o conservador  de los periodos judíos  y persa ,  pudiera alisar mi labor . Como primera medida  resultaba obligado  ponerlo en antecedentes  y localizar la moneda . pero como digo , el Destino tenía otros planes . Michal no se hallaba en su despacho . Y nadie supo informarme  sobre su posible vuelta al museo . Mostré la tarjeta postal a una  de las empleadas del servicio de información y relaciones públicas , pero , tan ignorante como yo sobre el particular , me aconsejó que consultara en la biblioteca del centro . La sugerencia me disgustó . Aquello significaba  - casi con toda seguridad  - una nueva e irreparable  pérdida de tiempo y de energías . También cabía la posibilidad de lanzarse a una ciega búsqueda  del stater por entre las decenas de salas y los cientos de vitrinas . Es curioso . Lo razonable hubiera sido obedecer los sensatos consejos  de mi informante y del sentido común , acudiendo a los bibliotecarios  o a otros arqueólogos  y especialistas en antiguedades . Inexplicablemente  , desoyendo los argumentos  de mi conciencia , elegí lo más difícil ... y atractivo : emprender la búsqueda por mis propios medios . esta peligrosa y supongo que genética tendencia  mía me ha costado serios reveses . Pero encajé el desafío . La operación podía ser un rotundo fracaso . Lo sabía  . Sin embargo , este método  - como todo lo imprevisto y misterioso - ejerce sobre mí una influencia dominadora . No he hallado jamás nada más excitante que la aventura de lo desconocido . Y con un entusiasmo desbordante descendí las escaleras que conducen a los sótanos del pabellón de arqueología . No puedo explicarlo con claridad , pero << algo >> parecía llamarme desde las entrañas del museo . ¡ Bendita intición ! ¿ O no fue la intuición la que guió mis pasos  ? Nunca lo sabré..
Consulté el reloj . Las diez horas . El museo cerraba las puertas a las diecisiete . Disponía , por tanto , de un generoso margen , más que sobrado , para explorar las repletas salas correspondientes a las nueve o diez centurias anteriores a Cristo .
<< Hazor es su nombre ... >>
Las imágenes de la moneda y el tell de Hazor eran mis únicas pistas . Lenta y reposadamente abrí la investigación , con los cinco sentidos puestos en cualquier pieza , mapa , escultura o referencia que llevara por nombre Hazor o Tiro.
<< ... y sus alas te llevarán al guía . A>>
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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