miércoles, 14 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 47 )

Esta circunstancia me confundió . El enigma hablaba de << alas >> , en plural . Para colmo de males , esta única  y solitaria ala se hallaba muy desgastada , formando un todo uniforme y monocolor  , sin el menor  rastro de plumas . A pesar de ello examiné el resto del cuerpo , que sí lucía un nitido y abundante plumaje . La suma final de las plumas - de las que el paso de los siglos había respetado  - volvió a sorprenderme . Eran treinta y tres  . Es decir , sumando ambos digitos << seis >> . De nuevo aquel enigmático < seis >>...
Ahí morian mis hallazgos . Pero no me daba por vencido . Sin la necesaria documentación y sin el imprescindible asesoramiento de los especialistas en numismática , en mitología persa , fenicia , egipcia y asiriobabilónica  , era inútil sacar conclusiones . ¿ Qué podía representar aquellos s´mbolos ? Y , muy especialmente , ¿ qué secreta interpretación guardaba la imagen del búho real y del espantamoscas egipcio ? ¿ O no era tal espantamoscas?
<< .... y sus alas te llevarán al guía . >>
No debo ocultarlo . Esta frase del criptograma  - tan precisa - me hizo desconfiar . ¿ Y si no fuera el stater de Tiro el << mensajero>> anunciado por el mayor ? ¿ De qué forma una sola ala podría conducirme al << guía >>?
El caos ganaba fuerza y terreno por momentos . Tenía que reflexionar y actuar con sagacidad . Para empezar , además de reunir un máximo de información sobre la moneda , resultaba vital la localización de la misma . ¿ Dónde había sido depositada ? Convenia estudiarla y estudiar su entorno y asentamiento actual con todo rigor . Quién sabe si la ubicación o el propietario de la milenaria pieza podían arrojar más luz , incluso , que las escenas acuñadas en sus caras.
Por supuesto , ni en el tell de Hazor ni en Nazaret tenía muchas posibilidades  de deseredar la nueva madeja . La mayor parte de los tesoros  arqueol´ñogicos  descubiertos en suelo israelitas se encuentran en los magnificos museos de Jerusalén , Nuva York , Paris y Londres .Y la meseta de Hazor no constituye una excepción . Había que regresar a Jerusalén y empezar prácticamente de cero.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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