domingo, 25 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del Utor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 108 )

El resto fue angustioso . Repetí el descenso hasta el sótano , alejándome del hotel por la boca del aparcamiento . El Mercedes continiaba en el mismo lugar . Eran las once y veinte . Quince minutos más tarde - con algún que otro remordimiento de conciencia , todo hay que decirlo - embarcaba en el bus 22 , el la puerta de Jaffa , con destino a Belén .
En aquellos once o doce kilómetros de viaje - como justo castigo a mi perversidad - otra duda se desató en mi corazón : ¿ y si las relaciones públicas husmeaba en mis papeles ? . El recuerdo del cuaderno de << campo >> sobre el escritorio me descompuso .
A las doce y media , con algo de retraso , irrumpia en la basílica de la Natividad . Marcos y un franciscano amigo suyo , cuya identidad debe quedar oculta , me aguardaban en un pequeño recibidor . Solicité perdón y una tregua . Necesitaba oxígeno .
El buen guía me recibió con la mejor de sus sonrisas  . Me preguntó si todo había ido bien y , sin más preánbulos , señaló una de las sillas .
- No hay tiempo que perder - ordenó .
Obedecí . Y tomando las ropas que descansaban sobre el asiento , las levanté a la altura de la cara , sin poder reprimir una risa nerviosa . El fraile , disculpando mi torpeza , se apresuró a ayudarme  . Eché de menos un espejo .
- perfecto - sentenciaron al unísono .
- ¿ Seguro que resultará ?
Marcos me miró fijamente , tratando de infundirme ánimos .
- ¡ Resultará  ! Ahora conviene esperar - dudó -, al menos una hora ...
Resignado , agradecí su paciencia y dedicación . En esos momentos , embebido en la contemplación del hábito franciscano que me cubría y que formaba parte del plan , no presté atención a lo que , desde el principio , ocupando buena parte de la mesa del recibidor , presidía la estancia . Fue el árabe cristiano quien me arrastró hasta la abultada bolsa marrón oscura . Una vez frente a ella , abrió la palma de su mano derecha  y , radiante , dejó caer una llave . Tardé en comprender .
- Promesa cumplida - balbuceó con un hilo de voz -,
Que Dios ( el de todos ) te bendiga ...
Le miré de hito en hito.
- Entonces ..., esto...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio martinez

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