jueves, 22 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrarel Diario del Mayor - Israel ( 95 )

Aunque presté toda mi atención a la entrevista , la verdad es que mi corazón se hallaba lejos . Para ser exacto , en Belén . Mi plan inicial no fijaba la busqueda del enigmático Marcos hasta el día siguiente  . Sin embargo , conforme avanzó la tarde  , le di la vuelta a mis pensamientos . Actuaría de inmediato . Ni los nervios ni la curiosidad hubieran perdonado que me cruzara de brazos .
Dicho y hecho . Al filo de las seis , de regreso al Moriah, activá la recién bautizada Operación Marcos . Busqué al recepcionista que habia dialogado con los propietarios del Mercedes , interesandome por algo que conocía sobradamente : la zona comercial más próxima . Plano en mano me recomendó el tríangulo formado por las céntricas calles de Jaffa , Ben Yeuda  y George V . En efecto , todo un paraiso para el comprador .
No había prisa . Así que ,  desafiando la lluvia y el tormentoso melestar general que roía mis huesos , emprendí un despreocupado paseo , Keren Hayesod arriba . El tránsito peatonal , muy escaso , jugó a mi favor . No estaba seguro pero , como medida preventiva , llevé a cabo una pausafrente a un establecimiento de música que se alza en la misma acera del hotel , a cosa de cien metros . El silencio de la calle me trajo un precipitado taconeo . Alguien se acercaba  . No me moví , aparentemente absorto en los discos que se exhibian en el escaparate . El reflejode un hombre grueso , de baja estatura ,  se presentó en el cristal que se levantaba a dos palmos de mi nariz . Dobló la cabeza hacia el lugar donde me encontraba y , automáticamente , aflojó el paso .
<< ¡ El " cara de luna " ! >>
Indeciso , pasó el paraguas de mano , continiando su camino. Esperé diez o quince segundos y , sin querer sofocar mi regocijo , reemprendí la marcha . Tenía gracia  . De perseguido me había convertido en perseguidor .
El aturdido agente , ante lo penoso de la situación , sólo acertó a volver el rostro en un par de oportunidades , comprometiendo aún más su labor . Mi objetivo se hallaba todavía a medio kilómetro y , disfrutando como un niño , le dejé seguir . Inteligentemente , cambió de acera y , con toda naturalidad , se detuvo en una de las paradas de autobus .
Al llegar a su altura , el << cara de luna >> varió de táctica .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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