sábado, 19 de marzo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 27 de abril , jueves ( 7 )

En mitad del desbarajuste  llegué a captar  la palabra << Juan >> y << ajusticionamiento >> . Sin perder los nervios  , la dueña  les invitó a proseguir  la destartalada conversación  en el interior de la casa . Tuvo que arrastrarlas . Y durante algunos minutos interminables  la estancia se tambaleó como sacudida por un temblor . Jacobo ,  en un rincón , circundado por una chiquillería  muda y estupefacta , saltó de los aullidos  a una verraquera  que , como era de prever , terminó contagiando a los más pequeños . Miriam  y Ruth se pisaban los gritos , cada vez más enfurecidas por la lógica  incomprensión de Esta . Las cabras , tan histéricas como los  supuestamente racionales humanos , completaron el coro de despropósitos , balando y corneando lo visible e invisible  . En cuanto a Rebeca  , hecha un mar de lágrimas , había corrido a refugiarse junto a la Señora . Y fue María  quien , tirando por la calle de enmedio , acabó con el manicomio . Levántandose con dificultad tomó una cántara  de barro , estrellándola  con estrépito contra el suelo de la plataforma  . Las únicas que no comprendieron el expeditivo << lenguaje >> fueron las cabras  . Y al fin , en un razonable  silencio apenas invadido por los gimoteos del albañil , Esta y yo pudimos averiguar la razón de semejante trifulca  . Mientras inspeccionábamos  los subterraneos , el sirviente del saduceo y amigo de la familia se había personado en la casa , anunciándoles la llegada de Juan . Procedía de Séforis y , según reveló el << espía >>, traían orden de ejecutarlo esa misma mañana .
Concluida la exposición , el parloteo de las mujeres volvió a enredarse . << ¿ Qué podemos hacer ? >> , preguntaban unas . << Hay que encontrar a Santiago >>, replicaban otras ...
La Señora y yo nos miramos . Compartíamos el mismo pensamiento : aquello era muy extraño . Y reclamando la atención general les hizo saber lo siguiente :
En primer lugar , era imposible que un tribunal de justicia - que tenía por costumbre reunirse los lunes y jueves - hubiera podido celebrar asamblea . Y embarcada en una frialdad  envidiable les recordó que el Zebedeo había llegado a la aldea el martes . Y buena conocedora de las leyes pasó al segundo punto :
- Incluso , admitiendo que el Sanedrín de Séforis haya violado sus propias normas , cosa que dudo , sabéis de sobra que para condenar a muerte a un acusado se necesitan varias votaciones y un tiempo de reflexión por parte de los jueces.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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