sábado, 19 de marzo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 27 de abril , jueves ( 8 )

María hablaba con verdad , aunque en el caso de su Hijo no se habia tenido en cuenta la rígida jurisprudencia de los tribunales .
-..... En consecuencia - concluyó severa - os aconsejo que actuéis con prudencia . Id y tratar de averiguar que ocurre .
Miriam , informada de lo acaecido en los túneles , se volcó en su marido . Fueron Ruth y Rebeca las comisionadas para indagar en el turbio asunto . Había , además , otro punto de difícil comprensión . Si el reo era Juan , ¿ por qué se le trasladaba a Nazaret ? Lo lógico hubiera  sido ejecutarlo en Séforis . A no ser que la ponzoñosa garra del sacerdote  estuviera manejando los hilos de aquella nueva tragedia .
Y cubriéndose con los ropones se lanzaron al exterior  , desafiando el torrencial aguacero . Supongo que María  , al verme desaparecer tras ella , respiró aliviada . La verdad es que este observador poco o nada podía hacer en favor de nadie ...
Ajenas a mi proximidad tomaron dirección este , atravesando la aldea por la << calle sur >> . Parecían conocer muy bien el paraje donde debía llevarse a cabo la ejecución . El descenso por las enfangadas rampas y callejones fue un suplicio extra . Mujeres , ancianos y niños formaban cadenas , aliviando con vasijas y lebrillos las inundadas viviendas . Y mal que bien , después de dos o tres pasos en falso , con las correspondientes caídas , desemboqué en el cruce de caminos , junto a la fuente . Los relojes del módulo podían marcar alrededor de la << tercia >> ( las nueve de la mañana ).
El frente frío , después de todo , evitó una mayor aglomeración . Aun así , entre cien y ciento cincuenta almas - niños incluidos - , avisadas del << acontecimiento >> , aguantaban estoicas bajo la pertinaz lluvia,apelotonandose a la << puertas >> de la aldea  y defendiéndose de la tormenta con mantos , canastos de mimbre , planchas de madera y hojas de palma . Aguardaban en un respetuoso silencio , pendientes de los recien llegados . A media docena de pasos , en el centro del camino que bajaba  de Caná , se hallaban seis hombrs . Todos menos uno permanecían en pie . Éste , de rodillas y con las manos atadas a la espalda , presentaba el rostro humillado sobre el fango y las charcas de la senda .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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