lunes, 7 de marzo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 26 de abril , miércoles ( 49 )

Jacobo cargó contra los razonamientos de su cuñado , recordándole  que , al parecer , ya había sido sometido a debete y que este atolondrado explorador no alcanzó a escuchar .
- ¿ Y qué nos dices de Juan ? ¿ Por qué se rumotea en Séforis que << ya ha sido ajusticiado >> ?
Santiago , acusando el impacto , perdió momentáneamente la luz , oscureciéndose . Aquel hielo en la faz era el mismo que había observado a la salida del taller de redes . Y quien esto escribe cayó en la cuenta  del porqué de la súbita crispación que le arrastró en volandas hasta su hogar . El capataz , haciéndose eco de las noticias recién llegadas de la capital , le puso al corriente de la posible suerte del Zebedeo .
- ¿ Ajusticiado ? ¿ Por quién ? ¿ Cuando ?...
Los interrogantes que culebreaban en mi cerebro fueron expulsados  - a medias - por la lógica  y el recuperado temple del jefe del clan.
-... Dices bien , Jacobo : sólo son rumores . La maldad de esa víbira es de sobra conocida  . Podría tratarse de una argucia para amedrentarnos y obligarnos  a huir . Si Ismael se atreviera  a terminar con la vida de Juan , el tribunal no le concedería tregua  . Y nosotros tampoco...
- Pero tú , esta mañana ....
La insinuación de Jacobo acerca de la búsqueda del cadáver fue abortada  sin contemplaciones . Su cuñado , adivinando la dirección y el sentido de las palabras , le segó la hierba bajo los pies , evitando así males mayores .
- Esta mañana , viejo deslenguado - le amonestó Santiago incendiándole con la mirada -, hemos cumplido con nuestra obligación ..., preguntando dentro y fuera de la aldea . Y ya ves : nadie la ha visto ...
Jacobo , advertido y consciente de su juramento , enmudeció.
- En resumen - concluyó el hermano del Maestro oxigenando el deteriorado clima familiar -, nadie se presentará  en Séforis hasta que no sea reclamado por la justicia . La verdad , queridos hermanos  , nunca tiene prisa por demostrar su inociencia  . Al malvado , en cambio , le falta tiempo y le sobran argumentos . Él nos enseñó a confiar en el Padre de los cielos . Su verdad , como sabéis , goza de tan duena salud que no precisa de vastones . Confiemos , pues , que se haba su voluntad . ¡ Y alegrad esas caras !
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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