viernes, 18 de marzo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 27 de abril jueves ( 5 )

Y decidido a esclarecer el enigma reemprendí el penoso gateo . A cuatro o cinco metros  mi situación se complicó  . A la izquierda  se abría oro tenebroso agujero . Asomé la lámpara  y el resplador  dibujó la huida de una nutrida colonia de ratas , enormes como conejos  . La cercanía  de los roedores  me inclinó a creer que el albañil no había tomado esa direccion . De averse aventurado por aquel túnel , lo lógico era que los repugnantes  inquilinos  del subterráneo hubieran escapado hacia el fondo . Pero , ¿ qué era lo lígico en semejante infierno ?
La solución , a Dios gracias , no tardaría en presentarse  . Media docena de metros  más allá apareció ante este descompuesto explorador  un << espectaculo >> defícil de olvidar . Lo primero que llamó mi atención fue un resplandor  . Era más poderoso que el suministrado por las insignificantes llamas de las lucernas . Parecía  originado por un fuego . Me asusté . Y en la precipitación  imaginé que , por alguna razón desconocida , la lámpara de Jacobo había prendido sus ropas . Mientras aavanzaba  observé que la oscilante  luz rojiza  tenía su origen  en otro túnel perforado a la derecha . Y a dos metros  de la confluencia de ambos corredores  me detuve aterrado . Y el vello se erizó como un junco . Frente a mi , en la boca  de dicho agujero , se agitaba , estremecía y pulsaba como un monstruo informe  una << bola >> de ratas , histéricas , coleando como serpientes , haciendo brillar sus ojillos en la semioscuridad , chillando desaforadas y mordisqueando con furia << algo >> que , en un primer momento , no pude diferenciar . Mi primera reacción , lo confieso humildemente , fue retroceder y escapar de aquel amasijo de voraces ratas negras , muchas de ellas superiores a los veinte centímetros de longitud . Pero , cuando la temblorosa llama de la lucerna se aproximó al chirriante raterío- aún no me explico de dónde saqué el valor -, el descubrimiento de una destrozada sandalia entre los Rattus rattus me hizo reaccionar .
- ¡ Jacobo !
Y a punto de aplicar el láser de gas a la redonda y peluda << sombra >> , una mano se deslizó de improviso desde el interior  del túnel , arrojando una tela ardiendo sobre las ratas.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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