El puerto nos decepcionó . Aún siendo espacioso , no se hallaba equiparado al rango de la ciudad . Aparecía , además , a medio terminar . Tres rompeolas de 100 , 200 , y 0 metros , respectivamente , formaban con el muelle costero un << rectángulo >> , abierto por el norte y , eso sí , hábilmente protegido de los temibles vientos del este ( el sharqiya ) y del sureño y tempestuoso qibela .
A unas dos millas y media al norte de Tiberíades , siguiendo la costa occidental , localizamos la antiquísima Raqat -, esparcidas en terrazas en la falda este del hoy denominado tell de Aqlatiya . A sus pies moría un modesto río , cruzado por las cenicientas y erosionadas planchas de piedra de una delas ramificaciones de la vía Maris . En el pequeño delta brotaban otras cuatro fuentes termales . Las tomas IR contabilizaron hasta siete corrientes submarinas con temperaturas de 30º C que se perdían mar adentro , a 12 metros de profundidad . En la base del tell fueron captadas imágenes de dos albercas circulares de 8 y 12 metros de diámetro , respectivamente , con muros enormes , de algo más de 5 metros de altura . El agua almacenada en las mismas debía servir para el riego de las tierras colindantes , así como para el de buena parte del valle que se prolongaba , a expensas del río , hasta el desfiladero del Hittim , en el oeste . ( esta angosta garganta , también conocida como lo << cuernos de Hittim o Hattim >> , se hallaba en el camino de Nazaret al lago y , como detallaré en su momento , resultó de gran utilidad para nuestros propósitos de ocultación del módulo . )
El último tramo de este periplo - parte de la parcela 12 y la << alilea - 13 >> - fue sencillamente espectacular . A nuestros pies se abrió el mítico << jardín de Guinosar >> : un valle de casi 7 kilómetros cuadrados donde no fue posible descubrir un solo palmo de tierra sin cultivar . Era un auténtico vergel , colmado de nogales , palmeras , olivos , higueras y cientos de medianos y pequeños huertos , abundantemente regados por tres ríos que descendían de la cordillera noroccidental ( los llamados << montes de Galilea >> ) , situada a cosa de 6 kilómetros de la costa del Kennereth . Esta vega , cantada por Josefo , era el orgullo de todo el mar de Tiberíades . Estrecho en sus extremos , el valle iba ensanchándose , hasta alcanzar una anchura máxima de kilómetro y medio . El << jardín >> aparecía prácticamente dividido en dos por una colina pedregosa cuya falda oriental resbalaba con dulzura hasta la costa .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
A unas dos millas y media al norte de Tiberíades , siguiendo la costa occidental , localizamos la antiquísima Raqat -, esparcidas en terrazas en la falda este del hoy denominado tell de Aqlatiya . A sus pies moría un modesto río , cruzado por las cenicientas y erosionadas planchas de piedra de una delas ramificaciones de la vía Maris . En el pequeño delta brotaban otras cuatro fuentes termales . Las tomas IR contabilizaron hasta siete corrientes submarinas con temperaturas de 30º C que se perdían mar adentro , a 12 metros de profundidad . En la base del tell fueron captadas imágenes de dos albercas circulares de 8 y 12 metros de diámetro , respectivamente , con muros enormes , de algo más de 5 metros de altura . El agua almacenada en las mismas debía servir para el riego de las tierras colindantes , así como para el de buena parte del valle que se prolongaba , a expensas del río , hasta el desfiladero del Hittim , en el oeste . ( esta angosta garganta , también conocida como lo << cuernos de Hittim o Hattim >> , se hallaba en el camino de Nazaret al lago y , como detallaré en su momento , resultó de gran utilidad para nuestros propósitos de ocultación del módulo . )
El último tramo de este periplo - parte de la parcela 12 y la << alilea - 13 >> - fue sencillamente espectacular . A nuestros pies se abrió el mítico << jardín de Guinosar >> : un valle de casi 7 kilómetros cuadrados donde no fue posible descubrir un solo palmo de tierra sin cultivar . Era un auténtico vergel , colmado de nogales , palmeras , olivos , higueras y cientos de medianos y pequeños huertos , abundantemente regados por tres ríos que descendían de la cordillera noroccidental ( los llamados << montes de Galilea >> ) , situada a cosa de 6 kilómetros de la costa del Kennereth . Esta vega , cantada por Josefo , era el orgullo de todo el mar de Tiberíades . Estrecho en sus extremos , el valle iba ensanchándose , hasta alcanzar una anchura máxima de kilómetro y medio . El << jardín >> aparecía prácticamente dividido en dos por una colina pedregosa cuya falda oriental resbalaba con dulzura hasta la costa .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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