A cinco kilómetros y media al norte de la primitiva segunda desembocadura del Jordán, la << cuna >> sobrevoló Hamat , una de las tres ciudades fortificadas del territorio de la tribu de Naftalí . También aquí fueron detectadas fuentes termales . En realidad , de no haber sido por la muralla que la envolvía , Hamat habría pasado ante nuestros ojos como una prolongación de Tiberíades ubicada a continuación .
¿ Cómo describir la << perla >> del lago Tiberíades , sin lugar a dudas , era entonces la capital del Kennereth . Desde la puerta norte de la muralla de Hamat se estiraba blanca e impecable a lo largo de una estrecha franja de litoral de apenas 500 metros ,con una extensión de una milla . Un monte de 190 metros de altitud cubría su flanco oeste . En la falda , Herodes Antipas había levantado un espeso muro de 45 pies de altura que , zigzagueando , servía de protección a la novísima ciudad . En la cumbre del promontorio se erguía la más poderosa de las fortalezas de aquella región de la Galilea : un castillo de sillares negros y esbeltas paredes de caliza que centelleaban al sol y que , como pudimos comprobar en su momento , constituía el palacio de invierno del detestable hijo de Herodes el Grande .
Esta cadena de colinas , que protegía Tiberíades de los racheados vientos del oeste , se hallaba horadada por numerosas cuevas . En una de ellas , abierta hacia poniente y a no mucha distancia de la cara occidental , los sensores detectaron una fuerte corriente de aire caliente , así como altos índices de vapor de agua . Sospechamos que la gruta en cuestión debía estar conectada con algunode los numerosos manantiales de aguas termales que desembocaban también a orillas de la ciudad .
Tiberíades era un modelo de construcción típicamente heleno . Una vía principal se habría paso de norte a sur , con dos puertas monumentales en sus extremos . l resto , trazado a escuadra , giraba en torno a dicha arteria , con calles , plazas y jardines meticulosamente diseñados , cuajados de edificios que rivalizaban en mármoles , columnatas y fuentes públicas . ( Cuando el Destino quiso que mi hermano y yo entráramos en Tiberíades , la magnificencia del lugar nos sobrecogió . Sólo el número de sinagogas era entonces de trece y su mercado , teatros y el edificio del Consejo Ciudadano superaban todo lo imaginable . )
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¿ Cómo describir la << perla >> del lago Tiberíades , sin lugar a dudas , era entonces la capital del Kennereth . Desde la puerta norte de la muralla de Hamat se estiraba blanca e impecable a lo largo de una estrecha franja de litoral de apenas 500 metros ,con una extensión de una milla . Un monte de 190 metros de altitud cubría su flanco oeste . En la falda , Herodes Antipas había levantado un espeso muro de 45 pies de altura que , zigzagueando , servía de protección a la novísima ciudad . En la cumbre del promontorio se erguía la más poderosa de las fortalezas de aquella región de la Galilea : un castillo de sillares negros y esbeltas paredes de caliza que centelleaban al sol y que , como pudimos comprobar en su momento , constituía el palacio de invierno del detestable hijo de Herodes el Grande .
Esta cadena de colinas , que protegía Tiberíades de los racheados vientos del oeste , se hallaba horadada por numerosas cuevas . En una de ellas , abierta hacia poniente y a no mucha distancia de la cara occidental , los sensores detectaron una fuerte corriente de aire caliente , así como altos índices de vapor de agua . Sospechamos que la gruta en cuestión debía estar conectada con algunode los numerosos manantiales de aguas termales que desembocaban también a orillas de la ciudad .
Tiberíades era un modelo de construcción típicamente heleno . Una vía principal se habría paso de norte a sur , con dos puertas monumentales en sus extremos . l resto , trazado a escuadra , giraba en torno a dicha arteria , con calles , plazas y jardines meticulosamente diseñados , cuajados de edificios que rivalizaban en mármoles , columnatas y fuentes públicas . ( Cuando el Destino quiso que mi hermano y yo entráramos en Tiberíades , la magnificencia del lugar nos sobrecogió . Sólo el número de sinagogas era entonces de trece y su mercado , teatros y el edificio del Consejo Ciudadano superaban todo lo imaginable . )
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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