lunes, 9 de noviembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 18 de abril , martes ( 17 )

Dos kilómetros más arriba , cerrando el valle , divisamos al fin las escarpadas y rojizas paredes del referido Kinnereth , con sus 87 metros de altitud . Al otro lado , a media milla , se hallaba el << punto de contacto >>  la << base madre - 2 >>.
Muy próximos al Kinnereth sobrevolamos el no menos << evangélico >> rincón de Tabja ( en griego , Heptapegón : lugar de las << siete fuentes >> , que la tradicción cristiana asocia  a la pesca << milagrosa >> . ( Una tradición , dicho sea de paso , igualmente equivocada . La famosa << pesca >> , como pude constatar , ni fue<< milagrosa >> , ni sucedió en aquella minúscula bahía , tan apreciada por los pescadores galileos ) En realidad , más que una aldea , el paraje , con su media docena de chozas , parecía un reducto << industrial >> , con tres fuentes importantes e incontables manantiales que surtían de agua a un complejo << aparato >> hidráulico , integrado por molinos y una espesa red de canales . Uno de los veneros , localizado en el fondo de una piscina octogonal de 20 metros de diámetro y 8 de profundidad , nos dejó atónitos . Su caudal oscilaba entonces entre los 1 500 y 3 000 metros cúbicos a la hora . En aquellos momentos no comprendimos la utilidad de tales aguas , de naturaleza sulfurosa y aflorando a 27 grados  Celsius . La cala , de una gran riqueza piscícola , había sido habilitada mediante dos muelles de 50 y 35 metros . El primero en forma de arco . El segundo , perpendicular a la costa . Y a las 08 horas , 7 minutos y 8 segundos , después de un vuelo casi perfecto , la << cuna ZZ se posaba por segunda vez sobre la laja de piedra de la ladera sur del hasta esos momentos supuesto monte de <<  las Bienaventuranzas >> . Como es fácil imaginar , aunque el control durante el periplo de circunvalación del lago fue continuo , nuestra primera preocupación - casi obsesión - al tomar tierra estuvo centrada en las reservas de combustible . El gasto , tal y como fijara<< Santa Claus >> , no sobrepasó las dos toneladas : 1 988 , 6 kilos . Esto reducía el volumen total a un 47,5 por ciento . A partir de ese instante , si en verdad deseábamos volver a Masada , la ignición del J 85 debería quedar sellada o , como mucho , limitada a una o dos operaciones de escasísima duración . El traslado de la nave a un lugar seguro constituiría una de estas maniobras .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
 

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