miércoles, 11 de noviembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 19 de abril , miercoles ( 8 )

Hora sexta . ( Aproximadamente , las doce . )
Como habíamos convenido , me dispuse a bajar a la todavía supuesta ciudad de Jesús : Cafarnaum . Inspeccioné mi atuendo y la bolsa de hule , cambiando de calzado . El programa ordenaba que , a partir del aterrizaje a orillas del lago , las habituales sandalias de esparto debían ser reemplazadas por las << electrónicas >> . para la caminata que estaba a punto de iniciar y para las que me aguardaban en días sucesivos , aquel invento resultaba tan útil como imprescindible . El material y sus formas eran básicamente idénticos . Sólo las suelas - parcialmente ahuecadas - las hacían diferentes . En su interior habían sido dispuestos dos sistemas miniaturizados : un microtransmisor y un contador de pasos . El primero , vital para mi localización en las pantallas de la << cuna >> . ( Cuando , por necesidades de la exploración , me vira forzado a desplazarme a distancias superiores a los 15 000 pies del módulo , este dispositivo sustituía , en parte , la escasa o nula fluidez de la conexión auditiva . Una señal emitida por dico microtransmisor era entonces captada y amplificada en el extremo superior de la << vara de Moisés >> y reenviada hasta las antenas de la nave mediante un potente láser . De esta forma , Eliseo y yo permaneceríamos medianamente comunicados . De hecho , en determinadas misiones , el sistema fue utilizado como una clave para marcar el inicio o el remate de operaciones y maniobras específicas . )
El segundoequipamiento electrónico contaba con un microcontador de pasos energético en cada desplazamiento y una célula programada para elevar la temperatura del calzado en caso de extrema inclemencia .
En principio , mi presencia en el referido núcleo humano debía ser lo más breve y cauta posible . Lo justo para adquirir una razonable cantidad de víveres que aliviara nuestra penosa situación . Más adelante , una vez que los discípulos del Resucitado arribaran a la zona , mis idas y venidas quedarían menos límitada . Éstos eran los planes . Pero , ya se sabe , el hombre propone ...
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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