El senderillo de tierra rojiza desembocaba en una mediana explanada circular , resguardada por aquella especie de circo rocoso . Bajo las piedras orientadas al norte , alguien había vaciado el terreno , labrando una tosca fachada de casi cuatro metros de altura a la que se accedía por unos escalones de naturaleza igualmente calcárea . Me apresuré a descender y , aproximándome a los peldaños , descubrí una pesada piedra circular que , evidentemente , sellaba la entrada a algún tipo de cámara o cueva . Esto explicaba en parte los misteriosos perfiles subterráneos detectados desde el aire. La muela , de casi un metro de diámetro , permanecía encajada en un canalillo de 30 centímetros , ligeramente inclinado hacia el oeste . Una cuña de madera bajo la piedra actuaba como freno . Hubiera sido suficiente un pequeño esfuerzo para retirarla y liberar la roca , que habría rodado sin trabas hasta el extremo de la fachada . Evité la tentación . El retorno de dicha piedra a su ligar habría exigido la colaboración de , al menos , tres o cuatro hombres . De momento no podía arriesgarme a dejar al descubierto el acceso a las intrigantes galerías . Tanto si estábamos ante una tumba , como si se trataba de cualquiera otra construcción , lo razonable era no llamar la atención de los posibles usuarios o propietarios . La población se hallaba relativamente cercana y toda precaución era poca .
Mientras egresaba a la nave medité sobre el particular . Si en verdad nos encontrábamos al lado de un cementerio o de una cripta familiar o colectiva , nuestra ubicación en la colina podía considerarse óptima . Salvo en los sepelios propiamente dichos , los judíos no eran muy propensos a frecuentar tales lugares ; ni siquiera sus alrededores . En este caso , las estrictas normas religiosas sobre impurezas por contaminación de cadáveres constituían un excelente y providencial aliado . Pero ¿ y si no se trataba de una tumba ? La única forma de salir de dudas era desplazar la roca circular , penetrando en el interior . Para semejante aventura , sin embargo , precisaba de la ayuda de mi hermano.
A las 07 horas , rematada aquella primera gira de inspección , retorné al << punto de contacto >> , dando cuenta a mi compañero de cuanto había observado . Al referirle el descubrimiento del posible cementerio se mostró tan inquieto como yo . Y , de mutuo acuerdo , decidimos explorar el circo basáltico en cuanto nos fuera posible .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Mientras egresaba a la nave medité sobre el particular . Si en verdad nos encontrábamos al lado de un cementerio o de una cripta familiar o colectiva , nuestra ubicación en la colina podía considerarse óptima . Salvo en los sepelios propiamente dichos , los judíos no eran muy propensos a frecuentar tales lugares ; ni siquiera sus alrededores . En este caso , las estrictas normas religiosas sobre impurezas por contaminación de cadáveres constituían un excelente y providencial aliado . Pero ¿ y si no se trataba de una tumba ? La única forma de salir de dudas era desplazar la roca circular , penetrando en el interior . Para semejante aventura , sin embargo , precisaba de la ayuda de mi hermano.
A las 07 horas , rematada aquella primera gira de inspección , retorné al << punto de contacto >> , dando cuenta a mi compañero de cuanto había observado . Al referirle el descubrimiento del posible cementerio se mostró tan inquieto como yo . Y , de mutuo acuerdo , decidimos explorar el circo basáltico en cuanto nos fuera posible .
Autor : J.J.benitez
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Antonio Martinez
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