jueves, 1 de octubre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 16 de abril , domingo ( 5 )

Los discípulos prostetaron con energía  , saliendo en defensa de la Magdalena y del resto .
Y Mateo Leví , uno de los más instruidos , le respondió con otro apólogo , atribuido al rabí Gamaliel .
- Un emperador  le dijo a un sabio : << Tu Dios en un ladrón : necesitó , para crear a la mujer , robarle una costilla a Adán , cuando estaba dormido . >> Y como el sabio le costase responder , la hija de éste tomó la palabra  y replicó :
- << Traigo una queja  . Unos ladrones se introdujeron en casa durante la noche  y robaron un aguamanil de plata , dejando en su lugar un aguamanil de oro . >> Y el emperador contestó : " ¡ Así tuviera yo cada noche visitas semejantes ! "
>> Puies bien - sentenció Mateo -, eso fue lo que hizo nuestro Dios  . Le quitó al primer hombre  una simple costilla  , pero , a cambio , le dio una mujer . >>
Los comensales rieron y aplaudieron rabiosamente . Y Tomas , sin inmutarse , se limitó a dejar bien sentado que él no creería  en esas supercherías  de la resurrección mientras <<  no viera al Maestro y no tocara  con sus dedos  las heridas de los clavos >>.
El destino estaba a punto de jugarle una mala pasada...
Creo que los cronómetros del módulo debían señalar las 18 horas , aproximadamente  . La servidumbre  de los Marcos  hacía rato que había prendido las lámparas de aceite  y , como decía  , nos encontrábamos  en plena cena  . En esta ocasión , a petición de los íntimos de Jesús  , la señora  de la casa había accedido a adelantar la última comida  de aquel domingo , 16 de abril . El grupo se proponía  madrugar y era lógico que tratara de reponer fuerzas antes del largo viaje a la Galilea.
Pero surgió lo que nadie podía prever...
Recuerdo que , siguiendo mi costumbre , había ido a acomodarme  en uno de los divanes  del extremo de la mesa . Tomás se hallaba reclinado entre Pedro y Bartolomé  , en el mismo << brazo >> de la << U >> en el que yo comía y departía  plácidamente con Juan . Aún resonaban en la habitación los ecos de la polémica cuando , de repente , las candelas amarillentas de las lucernas oscilaron ligeramente .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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