Y esa noche , en la soledad de la habitación 724 , haciendo un esfuerzo por memorizar mi conversación con el embajador judío en Madrid , saltó a la luz un pequeño detalle . Casi una nimiedad , pero que , al mencionarlo ,, recuerdo que alteró fugazmente el rostro de Hadas . Por aquellas fechas , entre mis múltiples investigaciones , figuraba una que , a la vista de su tenebrosidad , no dudaría en sepultar en el olvido . Me refiero a la pco clara caída de un avión de Iberia , el 19 de febrero de 1985 , en el monte Oíz , en el País Vasco . Jamás he dudado de la profesionalidad y pericia de los pilotos , y en aquel supuesto accidente en el que fallecieron 148 personas , la verdad , movió mi insaciable curiosidad . Trabajé silenciosa y meticulosamente en la posible reconstrucción de los hechos , averiguando algunos pormenores tan extraños como alarmantes . Para resumir : según informaciones confidenciales de los servicios de Inteligencia de mi pais , había un alto índice de probabilidades de que el reactor 727 , Alhambra de Granada , hubiera sido derribado por un misil tierra - aire - quizá un Sam - 7 o un Strella - - disparado por la organización terrorista ETA. Pero lo que , a mi corto entender , alarmó al representante diplomático fue el hecho de que yo supiera que uno de los motores , apareció a una considerable e inexplicable distancia , había sido trasladado a Israel . Concretamente a una de las bases militares , con el de ser inspeccionado por expertos judíos en terrorismo .
En aquel noviembre de 1986 yo no tenía la menor intención de proseguir las pesquisas de este caso y , mucho menos , de introducirme en la base israelí . Pero los judíos , desconfiados por naturaleza , no debieron de pensarlo así . Quizá este inoportuno comentario mío a Hadas fue la causa de tan sutíl y , a un tiempo , férrea vigilancia . Si los hebreos sospechaban que mis propósitos no eran del todo transparentes , las dificultades podían acentuarse . Y así fue.
A la mañana siguiente , 20 de noviembre , jueves , tras una noche de agitada duermevela , con el corazón encogido por las sospechas , me apresuré a poner en marcha una inmediata acción preventiva . Si mi teléfono se hallaba intervenido , quizá aquellos primeros pasos en Jerusalén tranquilizaron a los hipotéticos escuchas .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
En aquel noviembre de 1986 yo no tenía la menor intención de proseguir las pesquisas de este caso y , mucho menos , de introducirme en la base israelí . Pero los judíos , desconfiados por naturaleza , no debieron de pensarlo así . Quizá este inoportuno comentario mío a Hadas fue la causa de tan sutíl y , a un tiempo , férrea vigilancia . Si los hebreos sospechaban que mis propósitos no eran del todo transparentes , las dificultades podían acentuarse . Y así fue.
A la mañana siguiente , 20 de noviembre , jueves , tras una noche de agitada duermevela , con el corazón encogido por las sospechas , me apresuré a poner en marcha una inmediata acción preventiva . Si mi teléfono se hallaba intervenido , quizá aquellos primeros pasos en Jerusalén tranquilizaron a los hipotéticos escuchas .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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