miércoles, 19 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo - año 30 ( 30 )

Cuando me disponía  a mostrarles el rollo con la firma y el sello del procurador  , el << interprete >>  , sin perder el tono autoritario , me ordenó que les acompañara .
Al franquear el parapeto de piedra y distinguir al fondo , al otro lado del puente levadizo , la monumental puerta coronada  por un arco de medio punto y provista de dos sólidos batientes de madera , nuevos y estremecedores  recuerdos acudieron a mi mente  . ¡ Qué lejanas y próximas  resultaban aquellas escenas  de los interrogatorios de Pilato y de la enfurecida muchedumbre , clamando por la liberación de Barrabás .
 Un nutrido grupo de legionarios  apareció entonces bajo el portalón . vesttían también la indumentaria  de campaña  e iban provistos  de sedos escudos rojos  , rectangulares  - de unos 80 centímetros de altura  - y con la misma  y hermosa águila  amarilla  que había contemplado  en ocasiones precedentes  , decorando  el umbón o protuberancia central. Avanzaron con ciertas prisas y en el filo mismo del foso se unieron a mis tres guardianes  . Cambiaron algunas palabras  y , sin dejar de observarme  , se pusieron nuevamente  en movimiento , conminándome a cruzar con ellos el puente  de gruesos troncos y a penetrar en el interior de la fortaleza .
Hasta esos momentos - casi las seis de la madrugada - la esquiva suerte  sólo nos había proporcionado disgusto tras disgusto ...
Y , resignado , me dejé conducir .
Al cruzar la muralla  pensé que la patrulla  se dirigía hacia la terraza donde Poncio había intentado administrar justicia - desde la silla curul - en la mañana del viernes  . No fue así . Nada más pisar el ancho patio y los blancos  cantos rodados  que lo empedraban , los legionarios se detuvieron . Y dos de ellos se destacaron hasta un cuartucho de adobe  , adosado al muro y a la izquierda  de la gran puerta  practicada en la muralla  que , al parecer , hacía las veces de << puesto de guardia >>.
Por un momento , en el silencioso desperezarse del amanecer , acudieron a mi mente  los gritos de la multitud  , congregada  en aquel mismo recinto , reclamando la libertad de Barrabás , el revolucionario , y la ejecución del Maestro.
La fornida silueta de un suboficial , recortándose en la penunbra  de la puerta  del << puesto de guardia >> , disipó mis recuerdos . Era un optio , una especie de ayudante  u hombre de confianza de los centuriones  y responsable  de la uigiliae o vigilancia nocturna en aquel sector  . Vestía como los legionarios , con el gladius a la derecha y un pequeño puñal en el costado opuesto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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