sábado, 22 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo - año 30 ( 44 )

La claridad de la mañana  moría oblicuamente en el interior , a un par de cuartas del umbral de aquella boca cuadrada de noventa  escasos centímetros  de lado . Eché de monos una antorcha . Y el miedo volvió a tentarme  . ¿ Entraba ?
<< Era preciso - me dije a mi mismo - Tengo que estar seguro . Necesito comprobarlo una vez más . >>
Bsesionado por esta idea , no me di cuenta entonces de la ausencia de los sellos del procurador  . Tras el sobrecogedor  corrimiento de las piedras que taponaban la tumba  , habían quedado esparcidos por el suelo del callejón.
Apoyé la << vara de Moisés >> contra la roca  y , llenando los pulmones , me situé en cuclillas , lanzando una temerosa mirada  hacia el fondo de la cripta . Pero las tinieblas imposibilitaban cualquier observación . No había más remedio que entrar , Cerré los ojos  y , obligando a mis músculos a obedecer , me introduje de un golpe .
El pavor - más que miedo - me secó la garganta  . Abrí los ojos  y , durante  algunos segundos  , permanecí en la misma postura  : de rodillas sobre el arisco y rocoso piso , peleando por dominar mis nervios  y por distinguir  algo en aquella cámara  de 3 metros de lado por 1,70 de alto . Necesité  varios minutos  - interminables como siglos  - para adivinar las formas de los capazos  , repletos de escombros  , y del pequeño pico situado en un rincón de la sepultura .
¿ Hacía frío o es que el terror  había helado mis venas ?
Y lentamente , con la remota esperanza de que mis dedos tropezaran con el cuerpo del Maestro , extendí los brazos  . Si no recordaba mal , el banco excavado en la piedra  se hallaba  a poco más de medio metro del suelo.
Entre temblores , las yemas chocaron con la pared y una convulsión lastimó mis entrañas .
Tanteé el muro . Fui alzando las manos y , al instante , percibí el filo . Me detuve .
<< ¡ Un poco más ... ! >>
Y en un arranque  disparé los dedos  hacia la oscuridad .
<< ¡ Dios mío! >>.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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