viernes, 21 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo - año 30 ( 39 )

A medio centenar de metros  de la entrada , la vereda se dividía en dos . El ramal de la izquierda , como había tenido oportunidad de comprobaren mi anterior visita , corría a los pies de la casa del hortelano , perdiéndose después entre cargados camuesos y brillantes guinjos o azufaifos . Esta vez la chimenea parecía apagada .
El de la derecha  llevaba a la cripta  . A cosa de una veintena  de pasos , delicadamente sombreada por los árboles  que la circundaban , distinguí la calva rocosa  que se erguía poco más de metro y medio sobre el nivel del terreno . Me estremecí .
<< ¿ Y si todo hubiera sido un sueño ? ¿ Y si el Maestro no hubiera resucitado ?
Tan absusrdos pensamientos quedaron practicamente desmontados cuando , medio oculto entre los menudos troncos  de los frutales  , comprendí que , en efecto, la patrulla judía  y romana  habían desaparecido . Lo lógico es que , si no hubiera acaecido nada anormal , siguieran allí , frente a los escalones  y al rústico callejón que conducían a la cueva funeraria .
Prudentemente , dediqué  varios minutos  a una concienzuda  exploración  de los alrededores  . Lo único que descrbrí fueron restos de comida  , armas y algunos mantos , desperdigados  sobre el terreno arcilloso  que rodeaba  la formación calcárea . No había duda : Levitas y legionarios  habían desalojado el lugar . Y los primeros  , a juzgar  por lo que fui encontrando , despues de su vergonzosa huida  , aún no habían regresado .
Algo más confiado , me separé del bosquecillo , aproximándome  cautelosamente  a los restos de la fogata  que había alumbrado y calentando  a la guardia romana. Las cenizas se hallaban tibias . Soplé  y algunos de los tizones  se reavivaron  fugazmente . Era probable  que los leños se hubieran consumido  hacía poco más de media hora...
En cuclillas dirigí una esquiva mirada a la boca del callejón que llevaba al sepulcro . Y mi corazón  respondió con fuerza . Pero , haciendo un esfuerzo , me contuve . Primero debía examinar aquellos restos .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto