domingo, 16 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo - año 30 ( 9 )

Pero el destino , como verá  tenía otros planes ...
Procuré acomodarlo en el piso de la nave  , situaldo las piernas en alto  , sobre su asiento de pilotaje  . Si aquel desvanecimiento - pensaba atropelladamente  - se debía a la falta de sueño y al agudo estrés  de las últimas jornadas , sin menospreciar la tensión  del vuelo hasta la la << base madre >> , era posible  que estuviéramos  ante un pasajero y nada preocupante  síncope  , por insuficiencia de de riego cerebral  . Al repasar  las constantes vitales  de Eliseo durante aquel período  de inconsciencia  , el ordenador  refrendó mi primer diagnóstico  : descenso brusco de la frecuencia cardíaca  , problemas respiratotios  y de tensión arterial .... Comclusión estimada  : << lipotimia >> . Sin embargo , aunque el estrcto seguimiento de Santa Claus  acusaba  a la << noxa >>  ( Según el eminente profesor Seyle - gran estudioso del origen de los estados de tensión o estrés -, los estímulos o causas principales  del mismo a los que bautizó con el nombre de << Noxa ), se hallan muy imbricados . La << noxa >> , brevemente actúa  así : Estimula las glándulas endocrinas  , activando las suprarrenales  y el sistema adrenosimpático . Las endocrinas envían glucocorticoides  a la sangre . El segundo lo hace con cantidades adicionales de adrenalina y noradrenalina . Nota del Mayor )
como posible  responsable del desmayo  , algunos de los parámetros  no encajaban en el cuadro clínico  de esta clase de síncopes . Me llamaron la atención  , sobre todo , las insólitas  alteraciones electrocardiográficas y unos pocos comunes cambios patológicos  en las arterias carótidas : las que suministraban al riego sanguíneo a la cabeza . Pero la confusión del momento me hizo olvidar el asunto , al menos durante algún tiempo .
Tras propinarle un par de buenas bofetadas , buscando desesperadamente  algún tipo de reacción , consulté el pulso . Seguia bajo . Cada vez más aturdido me dirigí a las reserva de farmacos . A los pocos minutos  , luchaba por hacerle beber una mezcla de agua  con una veintena  de gotas de un ana léptico respiratorio , especialmente recomendado para estos casos  de pérdida de conciencia  . El restaurador estimuló también su circulación y a los diez minutos  volvía en sí . Poco a poco , su frecuencia cardíaca , ritmo arterial y el color fueron estabilizandose-
¡ Jasón ! .... ¡ el módulo !
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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