domingo, 23 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo - año 30 ( 54 )

Al trasvasar los 250 gramos de la pócima en una minúscula redoma de vidrio verdoso  , no dejó de ensalzar << mi alta inteligencia  y mejor gusto >> , asegurándome  que había hecho una buena compra  . Pero sus desmedidos  elogios se convirtieron  en gritos de admiración  y sorpresa cuando , obligado por las circunstancias  , no tuve más remedio que depositar en sus sarmentosas manos  un denari de plata ... En aquellos momentos  carecía de moneda fraccionaria  y , para mi desgracia , los aullidos  de alegría  del médico , alertaron a los restantes vendedores  , que se precipitaron hacia mi persona  como cuervos carroñeros sobre una suculenta pieza .
Salté como pude entre la cacharrería  y los cestos de cidros y hortalizas , zafándome  de las garras de los gesticulantes y parlanchines perfumistas , sastres , zapateros  y demás tropa artesanal , huyendo calle abajo y confundiendome  entre los peatones que entraban o salían del agitado bazar.
Nadie me siguió . Una vez repuesto de la acometida  , crucé la << primera muralla >> , bordeando el mastodontico palacio de los Asmoneos  en dirección oeste . Aquel grandioso edificio - que sería remozado y ampliado por Agripa II - marcaba  para mí el inicio de la ciudad baja .
Aquella zona de Jerusalén se hallaba  ligeramente  mejor urbanizada  que el territorio de los tirios , griegos , sirios y demás << impuros paganos >> . Algunas de sus callejuelas , adoquinadas con piedras blancas  y calizas , guardaban un simulacro  de paralelismo , casi obligado por el profundo desnivel entre los dos extremos del sector  sur de la Ciudad Santa  . El situado a la sombra  de la muralla occidental - dominado por el palacio de herodes y los jardines reales - se levantaba  en una de las cotas máximas de Jerusalén : 760 metros  . Desde allí , los racimos de casas cúbicas , encaladas y de mezquinas puertas y ventanas  , se precipitaban en sucesivas e interminables terrazas hacia el lado opuesto : el muro oriental . En este lugar , como ya dije  , junto a la pscina de Siloé  y la puerta de la Fuente , el nivel del terreno se hallaba mucho más bajo : 660 metros , aproximadamente . Tan acusada inclinación había obligado a los constructores a una edificación escalonada  , abierta cada cien o cincuenta metros  por rampas - más que calles  - qué  , naciendo en el citado palacio  de Herodes el Grande , cubrían el millar de metros que separaba  dicho punto del ángulo sur . Eran éstas las << arterias >> mejor pavimentadas , disfrutando , incluso  , de canalillos  centrales  que aliviaban el agua en las fuertes lluvias  . Disponía  igualmente  de otra calle << principal >> - la del mercado sur -, que  discurría  paralela al muro  oeste del Templo y de la que partían  otro entramado de vias menores  , tan oscuras , estrechas y pestilentes  como las que acababa de dejar atrás  . El piso de dicha  arteria  porticada  soportaba  las dovelas  de un arco - hoy conocido como << de Robinson >> - que enlazaba el atrio de los Gentiles con la parte norte .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio martinez

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