viernes, 21 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo - año 30 ( 40 )

En el paño de tierra que había ocupado la decena de levitas o policias del Templo , el desorden era total. Ropones amarillos , teñidos de cromo azafrán , pisoteados en la precipitación ; bastones y porras  - típicos  de los servidores de los sumos sacerdotes  betusianos  y temidos por sus revestimientos  de clavos  -, semienterrados  en la roja  y esponjosa arcilla  ; un carcaj de cuero , cilíndrico , repleto de flechas  de 50 centímetros de longitud  y una doble hacha  de combate  , igualmente olvidad en la fuga , constituían el desolador escenario . Por último  , tumbada como consecuencia  de algún golpe  de los aterrorizados guardianes del Santuario , una ventruda  tinaja  de barro conservaba  en su interior  parte de la cena  : un espeso guiso a base de sémola de trigo cocida , con abundantes pedazos de carnero . Y algo más allá  , cuidadosamente  envueltos en un paño de lana  , varios << redondeles >> de pan de trigo  y otra << corona >> u hogaza de forma circular , a medio empezar . Al pie  de uno de los árboles  descibrí  también un odre de piel de cabra  , cuidadosamente curtida  y cerrado con una clavija  de madera . Pesaba  unos diez log ( algo más de de cuatro litros y medio ) y , al agitarlo , deduje que servía para almacenar agua o quizá vino . Vertí parte del contenido y , al olerlo , comprobé  que se trataba de la schechar  , una especie de cerveza  - casi sin fuerza - , eleborada  a base de mijo y cebada  y con un remoto parecido a la cervisia latina .
En el sector ocupado por los legionarios , en cambio , y con excepción de las cenizas  de la hoguera  , no pude hallar una sola señal que apuntara  hacia un deshonroso abandono del lugar . Los romanos , como ya comenté en su momento , conocían muy bien qué clase de pena les aguardaba  en caso de fuga  o deserción . Por el contrario , los levitas  no se hallaban sujetos  a una disciplina tan férrea . A esta nada despreciable  circunstancia  hay que añadir  que , sin ningún género de dudas  , los infantes  del Ejército romano eran hombres  , física y psicológicamente , mejor  preparados para afrontar el miedo y los peligros  del combate  o , sencillamente  , de una guardia nocturna  . No tiene sentido , en consecuencia  , las afirmaciones  del evangelista Mateo cuando en su capítulo 28 , dice textualmente :
<< Mientras  ellas iban ( se refiere a las mujeres )  , algunos de la guardia  fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes  todo lo que había pasado. ´´Estos  , reunidos con los ancianos  , celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero  a los soldados  , advirtiendoles  : " Decid : sus discípulos  vinieron por la noche  y le robaron mientras nosotros dormiamos  . Y si la cosa llega a oídos del procurador  , nosotros le convenceremos  y os evitaremos complicaciones ". Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas . Y se corrió esa versión entre los judios  , hasta el día  de hoy . >>
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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