lunes, 24 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo - año 30 ( 57 )

Aquella especie de escudo metálico descansaba  sobre un hogar igualmente circular , formado por negras  piedras basálticas . Junto al fuego , esparcidos por el piso  , conté tres lebrillos  de piedra de diferentes  diámetros y profundidad , un gran caldero de bronce  y otro cacillo , también de metal . Una vez molido el grano , las mujeres habían dispuesto la masa  , elaborada a base de harina  , agua , sal y levadura , que aparecían repartidas en los mencionados recipientes . Una vez amasada a mano , la pasta lechosa era delicadamente troceada  en forma de tortas , descansando sobre el candente  e improvisado horno .
María tocó una de las hogazas con la punta del dedo índice  izquierdo y , suspirando , se enderezó , llevando las manos a los riñones .
- Este dolor  terminará conmigo ...
Antes de que pudiera  interesarme por su salud  , se perdió por la oscura portezuela  por la que le había visto aparecer  . Deposité  el cántaro en el pavimento de ladrillo , descubriendo que se trataba  de leche caliente  . Juan Marcos  , de nuevo a mi lado , había comprendido mis  verdaderas intenciones  . Y dispuesto a complacer << al pagano que - según él - había demostrado más coraje que muchos de los didcípulos  de su amado rabí >> , me hizo la pregunta clave :
- ¿ Quieres hablar con ellas ?
Agradecí su buena voluntad  , insinuándole  que quizá debiera aguardar el permiso de la señora de la casa  . Y en ello estaba cuando , tal diligentemente  como había desaparecido  de nuestra vista  , así se presentó de nuevo la esposa  de Elías Marcos  . Sostenía una ancha  bandeja de madera  y , sobre ella  , dos torretas de hondos cuencos  , igualmente de blanca madera  de pino .
Al verme esbozó una sonrisa de complicidad . En aquellos  instantes no comprendí  la razón de su desbordante alegría . Luego lo supe  . Ella , como David Zebedeo  y muy pocos seguidores  más , si recordaban y creían la promesa del Galileo . María  fue de las primeras en conocer la realidad del sepulcro vacío y no dudó en asociarla  con la prometida  resurrección . ¡ Flaco  servicio el de los evangelistas  al no dejar constancia  de esta << élite >> de desdibujados personajes  que , a diferencia  de los apóstoles , supieron estar a la altura  de las circunstancias ! Pero no precipitemos los acontecimientos ...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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