martes, 18 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo - año 30 ( 24 )

Al instante  , los aullidos  cesaron  y una de las alimañas  , gruñendo sordamente , levantó sus largas y puntiagudas orejas , mostrándome unos afilados y húmedos colmillos . Luché por desatar la bolsa  ...
- ¡ Oh Dios .... !
Aquella bestia tensó sus nervudao corvejos y se arrancó , saltando como un rayo sobre mi cuallo .
Em un movimiento reflejo interpuse mi brazo izquierdo , inclinándome  hacia atrás instintivamente .
- ¡ Jasón ! .... ¡ Responde !...
Las fauces hicieron presa en mi muñeca  , cerrándose como un cepo sobre mi piel . Mejor dicho , sobre la << piel de serpiente >> Y a los pocos  segundos  , con un crujido , algunos de los colmillos  saltaron por los aires . El animal , ciego en su salvaje ataque siguió revolviéndose  en tierra sin soltar su presa .
- ¡ Maldita sea ! ... ¡ jasón !
Aterrorizado , con los músculos como piedras , forcejeé por librarme de sus mandíbulas . Pero la situación vino a complicarse  cuando el segundo chacal o perro salvaje  , intutendo quizá  que su hermano había logrado inmovilizar parcialmente  a la victima  , se precipitó hacia mi costado derecho , propinandome toda suerte de dentelladas  en el muslo y bajo vientre .
En algunos de sus furiosos embates , el último chacal desgarró parte de la túnica y el manto .
Traté de golpearlos  con la base de la << vara >> , pero sus continuos ataques  y retrocesos  y los fuertes tirones  del primero hacían imprecisos mis golpes y patadas.
tenía que arriesgarme  . Y , bañado en sudor  , casi sin aliento , apunté el extremo superior del bastón en dirección al cráneo del que bregaba  , entre espumarajos  y gruñidos  , por quebrar mi muñeca izquierda . El disposirivo ultrasónico de defensa falló en los primeros intentos  . E inclinándome  hasta percibir el nauseabundo olor de, la fiera  , aproximé  la banda negra de la << vara >> a un palmo de la base de su cabeza . El segundo animal , en un nuevo y frenético ataque  , se había levantado sobre sus cuartos traseros  , hundiendo sus  fauces  y sus falciformes  y aceradas uñas en mi brazo y costado . Y sus colmillos y garras corrieron  idéntica suerte que los del primero...
Esta vez hubo suerte . Y el haz  de ondas penetró por uno de los ojos  de la bestia . Al recibir la << descarga >> de 21 00 Herz, emitió un lastimero y corto sonido , soltando mi brazo.
- ¡ Jasón ! ... ¡ Jasón !
Dolorido , el segundo chacal saltó hacia atrás , huyendo precipitadamente y , al igual que el que había recibido los ultrasonidos , lloriqueando y gimiendo y con la larga cola entre las patas .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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