martes, 25 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domindo - año 30 ( 65 )

Con la mente confusa por tantas y tan excitantes emociones , la hebrea  - como sospechaba - había olvidado algo . Fue Salomé  quien se encargó de recordarlo :
- Cuando llegamos a la puerta de los Peces nos cruzamos con una patrulla de Antonia  . Eran unos diez legionarios  . Y parecían  tener mucha prisa  . Gritaban entre ellos  y no cesaban de mirar hacia atrás . Como si alguien les persiguiera ....
>> Extrañadas , intentamos  averiguar lo que sucedía  . Esa zona , tú lo sabes  , está desierta a esas horas y temimos que hubiera algún peligro ...
- ¿ Como cuál ?
- No se .... quizá bandidos o animales salvajes . Pero los soldados  , desencajados  y sudorosos  , nos ignoraron y siguieron su precipitada marcha  hacia la fortaleza .
Era extraño . Aquellos  infantes romanos estaban más que acostumbrados  a bregar con los salteadores  de caminos  y con las bestias . Las mujeres  deberían haber tenido  en cuenta esta  indiscutible  circunstancia . Si parecían huir , la causa tenía que ser de otra naturaleza . Yo la conocía  pero , durante algunos minutos  , me intrigó por qué las cinco israelíes  no se habían planteado el dilema .
- Un momento - intervine nuevamente  -, entonces , ¿ nadie os advirtió de la custodia designada por Poncio ?
- No , en esos instantes ignorábamos que el sepulcro estuviera guardado por una patrulla .
La magdalena , intuyendo quizá algo anormal en mis cuestiones  , me miró directamente a los ojos .
- Y tú , ¿ cómo sabias lo de los guardias ?
Juan Zebedeo , que no perdía detalle  , me ahorró la explicación:
- Él estaba conmigo cuando , enj la mañana del sábado , José nos dió la noticia  de la sicuia maniobra del Sanedrín .
La mujer quedó satisfecha  y , retomando el hilo del relato , continuó en los siguientes términos .
Alomé lleva razón . La huidiza actitud de los legionarios nos intranquilizó . Pero no la asociamos  con la sepultura  del Maestro . Como te hemos indicado , ni siquiera estábamos al corriente de que hubiera vibilantes.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto