A petición mía , durante las horas que precedieron al despegue del módulo y en las que tuve ocasión de escuchar esta grabación por primera vez , Eliseo había neutralizado el ruido de fondo , amplificando al máximo aquel breve diálogo y los escasos sonidos que parecían proceder del centro de la curvatura de la << U >> . Gracias a este milagro de la técnica fue posible reconstruir un detalle que , como digo , no aparece del todo claro en la exposición de los evangelistas.
Una vez formulada la pregunta de Judas , el rabí hundió un trozo de pan en el plato de las hierbas que tenía frente a él , ofreciendoselo al traidor . Segundos después de percibir el crujido del pan al quebrarse contra el fondo de madera del plato , Jesús - tambien a media voz - respondió con su fatídico .... << ¡ Tú lo has dicho ! >>
No hubo silencio o síntoma alguno que , tras la escueta conversación entre el Iscariote y el rabí , revelaran que los otros once habían escuchado la definitiva confirmación de la traición .Normalizado los registros , la cinta sólo ofreció una continuación de los atropellados y confusos comentarios de los apóstoles , discutiendo afanosamente sobre la identidad del hipotético renegado . Por pura lógica , si uno solo de los que se sentaban junto al Galileo le hubiera oído , la polémica habría muerto . Prueba de ello es que , al poco , Juan Zebedeo - tumbado a la derecha del Maestro -, y en un nivel de audición sumamente bajo - como sila pregunta hubiera sido formulada casi al oído ( el propio San Juan , al referirse a este episodio , especifica que << se recostó sobre el pecho de Jesús >> ) , le plantearía :
<< - ¿ Quién es ? .... Debemos saber quién es infiel a su creencia . >> Y el rabí - en un tono igualmente confidencial - respondió :
<< - Ya os lo he dicho : incluso , aquel a quien doi la sopa ... >>
No hubo respuesta de Juan . La costumbre por parte del anfitrión o del invitado de honor de ofrecer pan mojado en una salsa era tan usual en aquellas celebraciones que , muy probablemente , ninguno de los once - en el caso de haberlo advertido -, debió conceder demasiada importancia a tan específico gesto.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Una vez formulada la pregunta de Judas , el rabí hundió un trozo de pan en el plato de las hierbas que tenía frente a él , ofreciendoselo al traidor . Segundos después de percibir el crujido del pan al quebrarse contra el fondo de madera del plato , Jesús - tambien a media voz - respondió con su fatídico .... << ¡ Tú lo has dicho ! >>
No hubo silencio o síntoma alguno que , tras la escueta conversación entre el Iscariote y el rabí , revelaran que los otros once habían escuchado la definitiva confirmación de la traición .Normalizado los registros , la cinta sólo ofreció una continuación de los atropellados y confusos comentarios de los apóstoles , discutiendo afanosamente sobre la identidad del hipotético renegado . Por pura lógica , si uno solo de los que se sentaban junto al Galileo le hubiera oído , la polémica habría muerto . Prueba de ello es que , al poco , Juan Zebedeo - tumbado a la derecha del Maestro -, y en un nivel de audición sumamente bajo - como sila pregunta hubiera sido formulada casi al oído ( el propio San Juan , al referirse a este episodio , especifica que << se recostó sobre el pecho de Jesús >> ) , le plantearía :
<< - ¿ Quién es ? .... Debemos saber quién es infiel a su creencia . >> Y el rabí - en un tono igualmente confidencial - respondió :
<< - Ya os lo he dicho : incluso , aquel a quien doi la sopa ... >>
No hubo respuesta de Juan . La costumbre por parte del anfitrión o del invitado de honor de ofrecer pan mojado en una salsa era tan usual en aquellas celebraciones que , muy probablemente , ninguno de los once - en el caso de haberlo advertido -, debió conceder demasiada importancia a tan específico gesto.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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