domingo, 2 de agosto de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - El Diario ( 128 )

Y yo sabía  que esa área cerebral regula  el concepto y la sensación del espacio y del tiempo . En multitud casos  de demencia senil , por ejemplo , el envejecimiento del hipocampo es una realidad clara e insiscutible . ¿ Qué sucederia con Eliseo y conmigo si nuestros respectivos  hipocampos  se veían igualmente lesionados  ? Y lo que era peor  : ¿ qué sería  de ambos si dichas alteraciones  neuronales  se presentaban en plana ejecución de la misión ?  Una pérdida de memoria  en tales circunstancias , por poner un ejemplo , hubiera sido el fin ..Asaltado por estos y otros no menos funestos pensamientos ,  terminé por saltar de la litera , abandonando la tienda  . Una lugera brisa  había empezado a soplar desde el norte  , haciendo descender la temperatura  y arrancando estremecidos  e intermitentes guiños  blancos  y azules a las estrellas . Y comencé  a caminar sin rumbo fijo . A escepción  de los diez vigilantes  judíos y del correspondiente  turno que se afanaba  en el interior del foso  , el resto del campamento  dormia apaciblemente  . Rodeé  el filo noste de la << piscina >> y , buscando  un rincón solitario , me dirigí al sector este de la empalizada  . Cuando me encontraba  a escasos metros  de los sacos de tierra  , la inesperada  presencia de un oscuro bulto me sobresaltó . Al verme , el individuo se puso en pie  , avanzando hacia mi . La oscuridad  era tal que sólo cuando lo tuve a un metro distinguí la fornida silueta de Eliseo . Como en mi caso , tampoco podía conciliar el sueño . Pero sus razones eran otras .
Sentado sobre los sacos , sin que fuera necesario presionarle  , me abrió su corazón , confesándome  por qué había  adoptado aquella valiente  e insolita  postura  frente al general . En cierto  modo , aquel deseo de mi hermano  no era nuevo para mi . Durante nuestra estancia en Jerusalen me lo había insinuado :<< Deseaba , necesitaba  , ver a Jesús de Nazaret ... cara a cara .>> Y aquella segunda oportunidad no volvería quizá a presentarse . No podía permitir que unos malditos informes , por muy graves que fueran , arruinaran sus propósitos .
- Es más - añadió con vehemencia -, si es preciso , seguiré mimtiendo y fingiendo .
- ¿ Mintiendo ? - le interrumpí  sin comprender .
- Querido amigo - manifestó como si leyera mis pensamientos  -, tu destino y el mio están unidos  . No nos engañemos .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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