Y a dos horas del ocaso reemprendí la marcha , tenso y emocionado por los últimos acontecimientos . Verdaderamente , el afable y generoso monopolei llevaba razón . Quizá no sepa explicarme . Lo mio no es escribir . El caso es que , en efecto , me sentía guiado . casi protegido . Era una reconfortante sensación . Muy sutil , es cierto , pero firme y puntual . Algo así como si << alguien >> invisible y cercano permaneciera atento a lo más grande y a lo más insignificante . Pocas horas antes , por ejemplo , este desconfiado explorador sostenía una dura pelea consigo mismo , atormentándose por la falta de dinero . Pues bien , de improviso , esa << fuerza >> ( ? ) trenzó el Destino de forma y manera que , finalmente , un desconocido terminara regalándome el equivalente a treinta denarios de plata . Una cantidad más que sobrada paea salir del paso . ¿ Podía llamarse a esto casualidad ? Con el tiempo , como ya he referido , el rabí de Galilea nos demostraría que nada es fruto del azar . Lo siento por mis colegas , los científicos ...
Y a la altura de Migdal , según lo planeado , establecí la conexión con la << cuna >> .
Y aquellos últimos ocho kilómetros - gracias al Cielo - fueron salvados sin contratiempo.
Y aproximadamente hacia las 18 horas - a unos cuarenta minutos del crepúsculo -, tras verificar que la calzada a Nahum se hallaba despejada , salté sobre la suave ladera del monte de las Bieaventuranzas, a la búsqueda del invisible módulo. El ingreso en la nave resultaría má rápido y sencillo de lo que había supuesto . Aunque carecíade las lentes de contacto , Eliseo - asistido por el radar - fue dirigiéndome con precisión . Y orientado igualmente por los regueros de rojas anémonas y las flores violetas de los cardos que alfombraban aquella falda sur del promontorio alcancé el lñimite del primer cinturon de seguridad que rodeaba la << cuna >> : ciento cincuenta pies ( cincuenta metros ) . Y siguiendo las instrucciones de mi hermano me detuve .
- Roger - la voz de Eliseo sonó fuerte y clara a traves de la conexión auditiva -, procedo a la desconexión de la barrera IR. Cambio .
- OK ! Listo para avanzar . Cambio.
- ¡ Adelante ! - bromeó mi hermano -. Si el hijo pródigo no ordena lo contrario haré coincidir la anulación del escudo gravitatorio con el descenso de la escalerilla .
Cambio ,
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Y a la altura de Migdal , según lo planeado , establecí la conexión con la << cuna >> .
Y aquellos últimos ocho kilómetros - gracias al Cielo - fueron salvados sin contratiempo.
Y aproximadamente hacia las 18 horas - a unos cuarenta minutos del crepúsculo -, tras verificar que la calzada a Nahum se hallaba despejada , salté sobre la suave ladera del monte de las Bieaventuranzas, a la búsqueda del invisible módulo. El ingreso en la nave resultaría má rápido y sencillo de lo que había supuesto . Aunque carecíade las lentes de contacto , Eliseo - asistido por el radar - fue dirigiéndome con precisión . Y orientado igualmente por los regueros de rojas anémonas y las flores violetas de los cardos que alfombraban aquella falda sur del promontorio alcancé el lñimite del primer cinturon de seguridad que rodeaba la << cuna >> : ciento cincuenta pies ( cincuenta metros ) . Y siguiendo las instrucciones de mi hermano me detuve .
- Roger - la voz de Eliseo sonó fuerte y clara a traves de la conexión auditiva -, procedo a la desconexión de la barrera IR. Cambio .
- OK ! Listo para avanzar . Cambio.
- ¡ Adelante ! - bromeó mi hermano -. Si el hijo pródigo no ordena lo contrario haré coincidir la anulación del escudo gravitatorio con el descenso de la escalerilla .
Cambio ,
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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