martes, 19 de abril de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - 29 de abril , sábado ( 3 )

Lo único claro en aquel rompecabezas es que - de no producirse dicha presencia - Simón Pedro , cumpliendo lo prometido . se dirigiría a la multitud a las tres de la tarde en la playa de Saidan.
Mi trabajo , en consecuencia , consistiría en permanecer lo más cerca posible de los íntimos , intentando asistir al prodigio , suponiendo que ocurriera  . La aparentemente sencilla labor tropezaba , sin embargo , con un par de incovenientes . Primero : la ya conocida hostilidad de algunos de los discípulos hacia mi persona . esto podía entorpecer el seguimiento . Segundo : la nada remota posibilidad de que los apóstoles se hubieran embarcado la noche anterior , con el fin de pescar , tal y como tenían por costumbre . Ello encerraba un riesgo : que la la pretendida presencia del Maestro se registrase en aquel amanecer y con los apóstoles como únicos testigos . De hecho , así sucedió el viernes 21 , de abril . De ser así , parte de aquella misión habría fracasado .
Contemplamos también la hipótesis de una aparición a lo largo de la jornada y en un lugar cerrado . Tampoco sería una novedad . ¿ Dónde ? Por logica , en el caserón de los Zebedeos . Allí se refigiaban los íntimos y ,  presumiblemente , si el viaje transcurrió con normalidad , los expedicionarios procedentes de Caná . Éstos , junto a Natanael , el << oso >> tenían que haber arribado a saidan a primeras horas de la tarde del día anterior . Y deduje que allí seguirían .
Pero , obviamente , estos planteamientos sólo eran especulaciones .
El difícil dilema nos empujó incluso a preparar el lanzamiento de uno de los << ojos de Curtiss >> . Pero ¿ hacia donde ? Y en el caso de que no acertáramos  a detectar al Resucitado , ¿ cuánto tiempo debíamos  mantenerlo en el aire ? Finalmente desistimos , confiando en mi buena estrella . Lo hariamos a la manera habitual apostamos por una investigación directa y sobre el terreno . Naturalmente , como ya habrá adivinado el hipotético lector de estas memorias , las cosas se encadenarían al revés de como habíamos supuesto ...
Y sin pérdida de tiempo , a las 9 horas - con el último par de << crótalos >> y la inseparable << vara de Moisés >> , abandoné la << cuna >> , dispuesto a recorrer los siete kilómetros que me separaban de Saidan , la aldea de pescadores . Si este explorador tenía la fortuna de presenciar la nueva aparición del Hijo del Hombre , el plan era simple : alertar al módulo - vía láser - y catapultar uno de los << ojos >> . Pero , como venía diciendo , el hombre propone...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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