Esta peculiar planta , que gusta de los oasis , crece habitualmente en el mar Muerto y el bajo Jordán . Lo más probable es que la semilla , plana y dotada de un penacho , hubiera sido transportada por el viento o por las aves . La cuestión es que , << milagrosamente >> y para nuestro beneficio , aquel extraño ejemplar bíblico cantado por Josafo había arraigado en mitad de una pendiente reseca y sembrada de cantos volcánicos y calizos . Y nos alegramos por un doble motivo . Primero , porque , como digo , constituía una magnífica << señal >> . En segundo lugar porque su presencia mantendría alejados a los judíos . Este tipo de árbol simbolizaba el mal y la condenación de Sodoma y Gomorra , siendo evitado generalmente por los israelitas . Su fruto estaba maldito . La actitud del pueblo judío hacia el manzano de Sodoma aparece perfectamente dibujada en una de las obras del referido Flavio Josefo . En ella escribe textualmente : << Así como la ceniza de sus frutos , que tienen un color apetitoso , pero si se estrujan se vuelven humo y cenizas . >> Dicho fruto , en efecto , se desarrolla rápidamente formando dos cuerpos globulares parecidos a una manzana , de siete a diez centímetros de diámetro , sin carne , lleno de pelos y con un jugo venenoso . También las ramas destilan un licor lechoso que produce irritación al contacto .
Aquel espléndido ejemplar alcanzaba una altura de casi cuatro metros , con una envergadura de diez y un ramaje espeso , trenzado horizontalmente y cuajado de gruesas hojas de hasta veinte centímetros y miles de flores plateadas conlas puntas de los lóbuklos en un brillante morado .
El día acababa de echar a andar ( serían aproximadamente las nueve ) y el calor era ya sofocante .Y tras lanzar una detenida ojeada a la larga pendiente que se abría ante mí proseguí por el centro del << portaaviones >> .El terreno , como ya sabíamos , inculto y atormentado , se hallaba conquistado por una caliza cuarteada , enrojecida y oxidada , y un basalto negro y desintegrado que crujía bajo las sandalias .
A buen paso , los dos mil metros de dulce ascenso hacia la << proa >> del Ravid fueron satisfechos en algo menos de veinte minutos .
Y al fin pude enfrentarme a la plataforma rocosa que nos acogería durante un dilatado periodo de tiempo.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Aquel espléndido ejemplar alcanzaba una altura de casi cuatro metros , con una envergadura de diez y un ramaje espeso , trenzado horizontalmente y cuajado de gruesas hojas de hasta veinte centímetros y miles de flores plateadas conlas puntas de los lóbuklos en un brillante morado .
El día acababa de echar a andar ( serían aproximadamente las nueve ) y el calor era ya sofocante .Y tras lanzar una detenida ojeada a la larga pendiente que se abría ante mí proseguí por el centro del << portaaviones >> .El terreno , como ya sabíamos , inculto y atormentado , se hallaba conquistado por una caliza cuarteada , enrojecida y oxidada , y un basalto negro y desintegrado que crujía bajo las sandalias .
A buen paso , los dos mil metros de dulce ascenso hacia la << proa >> del Ravid fueron satisfechos en algo menos de veinte minutos .
Y al fin pude enfrentarme a la plataforma rocosa que nos acogería durante un dilatado periodo de tiempo.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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