lunes, 11 de abril de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - 28 de abril , viernes - año 30 - ( 31 )

Me estremecí . La criatura , de unos cinco o seis años , presentaba una erupción generalizada , con la piel endurecida  , hinchada y de un llamativo color escarlata . La cara aparecía especialmente afectada . Numerosas vesículas  o ampollas cargadas de pus , deformaban las mejillas , nariz y lóbulos de las orejas , ascendiendo hasta el cuero cabelludo . La cabeza , en definitiva  , se hallaba monstruosamente hinchada .
Fue superior a mis fuerzas . Y movido por un sentimiento de piedad - algo que raras veces he experimentado -, me incliné sobre el niño . La galilea , desconfiada , volvió a ocultar al pequeño en la manga  de su túnica .
Y como pude le hice entender que no deseaba causar mal alguno . La mujer , indecisa , terminó cediendo , sin saber en realidad cuáles eran los propósitos de aquel extranjero . A decir verdad , tampoco yo estaba muy seguro .
Una alta fiebre le consumía . Inspeccioné  la piel y al tacto , observé cómo el borde de la inflamación presentaba  un notable levantamiento , netamente limitado y como si de una pared se tratara  . Aquellas intensas inflamaciones , la vesiculación y la formación de flemones me hicieron sospechar que estaba ante una << erisipela >> , una de las múltiples infecciones bacterianas que asolaban a las gentes de aquel tiempo .
Instintivamente dejé de explorarlo . Si era lo que suponía , aquella infección aguda en la piel y tejido celular subcutáneo - provocada por el estreptocopo hemolítico << B >> del grupo << A >> - podía trasmitirse por simple contacto . Era muy posible que la entrada del estreptocopo se hubiera registrado a traves de cualquier arañazo , de una herida accidental en el cuero cabelludo o utilizando la vía de una úlcera en brazos o piernas . La enfermedad - teóricamente grave -, de no ser atajada con un enérgico tratamiento a base de antibióticos ( preferentemente penecilina o eritromicina ), podía desembocar en una catástrofe generalizada , con alteraciones degenerativas en las vísceras , accidentes vasculares provocados por las embolias , inflamaciones de las meninges , pleura , peritoneo y membranas sinoviales , bronconeumonía y septicemia . La muerte del niño , por supuesto , no podía ser descartada .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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