viernes, 29 de abril de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 30 de abril , al 3 de mayo ( 11 )

Poco a poco , en efecto , iríamos descubriendo que los propietarios y arrendatarios  de aquellas parcelas eran vecinos de Migdal y de los restantes poblados costeros . Y aunque la << zona muerta >> ( el punto de ingreso al << portaaviones >> ) se hallaba a kilómetro y medio de dicha << plantación >> - así bautizamos el vergel -, la verdad es que la relativa proximidad nos quitó el sueño durante las primeras semanas . Y prometí ocuparme de la << plantación >> en el viaje de retorno al módulo .
La inspección de los acantilados - hasta donde acerté a llegar con la vista - fue datisfactoria . Las minuciosas imágenes transmitidas por los << ojos >> eran correctas . Las paredes , a derecha e izquierda  del triángulo , en caída vertical , resultaban prácticamente  inacesibles . Aquellos cien y ciento treinta y un metros representaban la mejor de las barreras contra un muy poco probable ataque . Intentar escalar semejantes cortados hubiera sido una labor casi suicidad .
Y durante el resto de la mañana  , hasta la puntual avenida del maarabit , quien esto escribe  se afanó en el último de los exámenes : la zona especifica de << contacto >> . Completé las mediciones y , sonriendo para mis adentros  , tuve que reconocer la eficacia de << Santa Claus >> . Sus cálculos , una vez más , eran perfectos . La nave , valorando siempre la seguridad como el factor prioritario , debería posarse lo más cerca posible  del vértice del Ravid . El lugar , erizado de rocas de escaso porte , no suponía  un obstáculo para los pies extensibles y telescópicos del módulo . Otra cuestión - enteramente secundaria - era la comodidad de los pilotos a la hora de subir o bajar de la << cuna >>.
Marqué los posibles e ideales puntos para la toma de contacto del tren de aterrizaje y - según lo acordado - , valiéndome del láser de gas , desintegré la caliza , allanándola . De esta forma , si todo marchaba correctamente  , el asentamiento sería más cómodo . Desde el aire , como verificaríamos esa misma tarde con el lanzamiento de un nuevo << ojo de Curtiss , los cuatro círculos - de un metro de diámetro - se presentaban como una excelente ayuda en los postreros instantes de la aproximación.
La nave , si el vuelo discurría con normalidad , quedaría estacionada a seis metros del mencionado vértice . En esta posición , tanto las medidas habituales de seguridad como las << extras >>, , previstas inicialmente para << cibrir >> la totalidad de la pendiente , disfrutarían de un radio de acción lo suficientemente desahogado como para protegernos casi un ciento por ciento .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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