lunes, 4 de abril de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - 28 de abril, viernes , año 30 ( 4 )

Como digo , por fortuna para este explorador , el simulacro pasó inadvertido y , una vez remontada la amenaza  , sudoroso e igualmente decepcionado , me dejé caer junto a los desolados propietarios del lugar.
Y durante algunos minutos sólo se escucho el ya apagado gimoteo de la << pequeña ardilla >> y las agitadas y descontroladas respiraciones del grupo . ¿ Cómo fui tan torpe de no reparar en el extraño silencio de la Señora ? Posiblemente mis pensamientos se hallaban atrapados  en la rabiosa realidad que tenía delante .
¿ Qué había ocurrido ? ¿ Cómo era posible que el querido taller hubiera salido ardiendo ?
Y de pronto recordé el inquieto arrullo de las palomas  y aquel inexplicable presentimiento . Alguien , casi con seguridad - me dije -, aprovechando la noche , merodeo alrededor de la casa , deslizándose después hasta el corral y consumando el atentado.
Poco faltó para hacerles partícipes de mis sospechas , pero , entendiendo que carecia de pruebas y no deseando agobiar el ya aplastado ánimo de la familia , elegí el silencio . E incorporándome avancé despacio hacia el humeante taller.
Y una rabia incontenible y acerada me acompañó en aquella inspección . Las llamas habían reducido a cenizas uno de los pocos vestigios físicos y tangibles del paso del Maestro por este mundo . El Destino - o quien fuera - parecía especialmente interesado  en borrar toda huella material del Hijo del Hombre . Primero fue su cuerpo , misteriosamente volatilizado en el sepulcro . Y ahora , los trabajos en madera y cuantas herramientas le axiliaron como ebanista ... Entonces , sinceramente , no lo entendí . Más tarde , gracias a la magia del retroceso en el tiempo , durante el tercer << salto >> , el propio Jesús me haría ver el porqué de todo aquello . Y supe que nada es casual>>.
Ensimismado ante el triste espectáculo . no percibí la proximidad de Jacobo . El albañil , en un noble gesto , pero confundiendo la verdadera razón de mi presencia entre los rescoldos , suplicó que perdonase su equivocada actitud en la guarida del saduceo .
- Se cuánto amabas al Maestro - concluyó con la voz enroquecida  y lo que significa para ti la pérdida de este sagrado recuerdo.
Y bajando los ojos , tras reiterar su petición de perdón , añadió:
- Gracias por tu ayuda ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez

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